Un viento de protesta sopla en Túnez a medida que aumenta la tensión en el período previo a las elecciones presidenciales del 6 de octubre. En el centro de esta agitación se encuentra una propuesta de modificación de la ley electoral que suscita la indignación y la movilización de muchos ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil.
La controvertida decisión de modificar la ley electoral provocó una movilización sin precedentes, con una manifestación de emergencia convocada en Túnez este domingo 22 de septiembre. Los manifestantes denuncian un proyecto que pretende privar al tribunal administrativo de su papel crucial en caso de disputas postelectorales. Este cuestionamiento de la equidad del proceso electoral genera preocupaciones sobre la transparencia y la integridad de futuras elecciones.
Entre las voces alzadas contra este proyecto, una ex estudiante de derecho que tuvo como profesor al presidente Kaïs Saïed, expresa su consternación por lo que percibe como una toma de poder autoritaria. Denuncia al presidente por haber reprimido cualquier voz disidente y por intentar monopolizar el poder, ignorando los principios democráticos.
Por su parte, dos ciudadanos de Monastir testimonian los obstáculos encontrados para unirse a la manifestación, lo que ilustra la voluntad de las autoridades de frenar la movilización ciudadana. A pesar de estas dificultades, la determinación de los manifestantes permanece intacta, coreando consignas que piden el fin de lo que consideran una deriva dictatorial.
Esta protesta revela los temores de una parte de la población tunecina sobre el futuro democrático del país, casi 14 años después de la revolución. Un psicólogo deplora amargamente la observación de que la revolución no condujo a un gobierno democrático, sino que abrió el camino a un gobierno autoritario, reforzando así las preocupaciones sobre el estado de la democracia en Túnez.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales, el llamado a la movilización contra este presunto regreso de la dictadura ya resuena entre las ONG y los partidos políticos comprometidos. La calle promete ser escenario de nuevas manifestaciones en los próximos días, lo que indica una tendencia antidemocrática que está causando profunda preocupación en la sociedad tunecina.
Esta ola de protestas pone de relieve la importancia crucial de garantizar elecciones libres, justas y democráticas, garantizando el respeto de los principios democráticos y el Estado de derecho. Túnez se encuentra en un punto de inflexión decisivo en su historia política, donde los ciudadanos se están movilizando para defender los logros democráticos conquistados con tanto esfuerzo durante la revolución de 2011.