Fatshimetrie, el sábado 21 de septiembre, vio revivir la escena literaria de Kinshasa con la llegada del primer «paciente» a la Clínica Literaria de Kinshasa. Este concepto innovador, llamado «el diagnóstico», ofrece un foro donde los críticos y amantes de la literatura examinan las obras literarias congoleñas, en el marco de esta clínica única en su género.
Para esta sesión inaugural, la novela “Maldita sea”, de Christian Gombo Tomokwabini, figura importante de la literatura congoleña, fue examinada escrupulosamente por el crítico y escritor Pat le Gourou. Este último no dudó en resaltar los puntos fuertes y las imperfecciones de la obra de Gombo. Criticó especialmente la gestión de las notas a pie de página, considerándolas confusas y poco convincentes, con el riesgo de perturbar la lectura del público.
A pesar de estas declaraciones, Christian Gombo se mostró confiado sobre el estado de salud de su “paciente” literario. Para él, el libro fue bien recibido y los puntos débiles observados por el crítico no ponen en peligro su calidad general. Destacó la originalidad y riqueza de su trabajo, teniendo en cuenta la crítica constructiva formulada por Pat the Guru.
El diagnóstico de “Maldita sea” permitió resaltar la pluralidad de talentos de Christian Gombo, que hace malabarismos brillantes entre las facetas de autor, poeta, librero y comentarista de la vida cotidiana. Su aproximación a la literatura, que oscila entre el absurdo, el realismo y el análisis social, lo convierte en una figura imprescindible en el panorama literario de Kinshasa.
La Clínica Literaria de Kinshasa se afirma así como un lugar de encuentro imprescindible para la promoción de la crítica literaria en la República Democrática del Congo. Al ofrecer un espacio dedicado a la discusión y al análisis riguroso de las obras congoleñas, contribuye a enriquecer el debate literario y estimular la creatividad de los autores locales.
A través de acontecimientos como este diagnóstico literario, Fatshimetrie se posiciona como un actor importante en la evolución de la literatura congoleña. Al fomentar la reflexión y la crítica constructiva, ayuda a promover obras de calidad y a generar un diálogo fructífero entre escritores, críticos y el público.
En resumen, Fatshimetrie ofrece un precioso espacio donde la literatura congoleña puede florecer y renovarse, bajo la mirada benévola y exigente de sus fervientes defensores. Los diagnósticos futuros prometen ser igualmente cautivadores y allanar el camino para una escena literaria rica y diversa, como la vibrante ciudad de Kinshasa.