El 25 de septiembre de 2024, tuvo lugar una manifestación sin precedentes frente al tribunal de Kinshasa que sacudió la escena política congoleña. Las demandas eran claras: la liberación inmediata e incondicional de los opositores políticos encarcelados, incluidos Jean-Marc Kabund, Mike Mukebay, Seth Kikuni y muchas otras figuras de la oposición.
Al frente de este movimiento de protesta estaba Ados Ndombasi, portavoz del grupo Alternancia 2028, un bloque cuya voz resuena cada vez más fuerte en la sociedad congoleña. El objetivo de esta movilización era denunciar los ataques a las libertades civiles y la severa represión llevada a cabo por el régimen vigente, liderado por Félix Tshisekedi.
Los participantes en la sentada expresaron su profunda preocupación por los excesos autoritarios del actual gobierno, acusado de querer silenciar cualquier voz disidente. Las detenciones arbitrarias de opositores políticos y miembros de la sociedad civil han sido denunciadas como intentos de amordazar a toda la oposición y consolidar un poder considerado ilegítimo.
Esta movilización ciudadana puso de relieve los crecientes temores y tensiones dentro de la sociedad congoleña, que enfrenta importantes desafíos democráticos. El llamado a la liberación de los presos políticos fue un grito del corazón a favor de la justicia, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales.
Ante este aumento de las protestas y la represión política, es esencial que la comunidad internacional permanezca vigilante y se movilice para apoyar el respeto de los principios democráticos en la República Democrática del Congo. El pueblo congoleño aspira legítimamente a vivir en un país donde se respeten los derechos humanos y se garantice la libertad de expresión. La manifestación del 25 de septiembre de 2024 será recordada como un momento de protesta y exigencia de una verdadera alternancia democrática.