Fatshimetrie, 24 de septiembre de 2024.
El grito de alarma de los habitantes de la avenida Itaga, situada en el municipio de Lingwala, en Kinshasa, resuena como una emergencia importante para las autoridades competentes. De hecho, esta arteria esencial de la ciudad se encuentra en un avanzado estado de deterioro, poniendo en peligro la seguridad y la vida cotidiana de los ciudadanos que la utilizan.
La avenida Itaga, vía imprescindible que conecta distintos municipios de la capital congoleña, se ha convertido en un auténtico calvario para sus usuarios. La basura que ensucia sus alrededores, impidiendo el flujo de agua de los ríos Gombe y Lingwala, transforma esta carretera en un auténtico nido de mosquitos y en un peligro para la salud de la población local.
Ante esta crítica situación, los vecinos de la avenida Itaga lanzan un llamamiento urgente a las autoridades públicas para una rehabilitación de emergencia. De hecho, el jefe del distrito de Singa Mopepe, Moïse Lulama, subraya la importancia vital de esta renovación para garantizar la seguridad, la higiene y la fluidez del tráfico en esta zona fuertemente afectada por la falta de mantenimiento.
Al mismo tiempo, la avenida Kabambare, también en avanzado estado de deterioro, suscita preocupación entre los habitantes de Kinshasa. Esta carretera, que une los municipios de Kinshasa y Barumbu, se ha convertido en un verdadero obstáculo para los conductores, exponiéndolos al riesgo de sufrir accidentes relacionados con el deplorable estado de la carretera.
Asimismo, la Avenue Flambeau está experimentando dificultades, con una importante ralentización del tráfico debido a su estado de deterioro. Los atascos resultantes tienen un grave impacto en la vida cotidiana de los residentes y conductores que luchan por moverse de manera eficiente en la capital congoleña.
Ante estos importantes desafíos, es imperativo que las autoridades competentes adopten medidas concretas para rehabilitar estas rutas de tráfico esenciales. No sólo está en juego la seguridad de los ciudadanos, sino también el buen funcionamiento de la ciudad y su atractivo como centro económico y social.
Por lo tanto, es fundamental que el Estado congoleño aplique una política de mantenimiento y rehabilitación de las vías urbanas, a fin de garantizar un entorno seguro, fluido y agradable para todos los residentes de Kinshasa. La restauración de estas arterias vitales permitirá a la capital recuperar su dinamismo y su antiguo prestigio, ofreciendo así a sus habitantes un entorno de vida óptimo y seguro.
Fatshimetrie sigue atenta a la evolución de esta situación y seguirá informando a sus lectores sobre las iniciativas tomadas para devolver a la ciudad de Kinshasa su esplendor y su eficiencia en términos de infraestructura urbana.