En el campo de la estética y la cirugía estética, los tratamientos no quirúrgicos como el Levantamiento Brasileño de Glúteos (BBL) han ganado popularidad en los últimos años. Sin embargo, una tragedia reciente en Inglaterra sirve como recordatorio de los riesgos asociados con estas intervenciones. Una mujer de 34 años murió en el Hospital de Gloucestershire después de sufrir un BBL que salió mal.
La muerte de la víctima, un practicante de cosmética avanzada, conmocionó a la comunidad de belleza y cirugía estética. Según medios locales, dos personas, entre ellas uno de los cirujanos que realizó el procedimiento, fueron arrestadas por homicidio involuntario. Este trágico acontecimiento plantea dudas sobre la seguridad y la regulación de los tratamientos cosméticos no quirúrgicos.
Ashton Collins, cofundador de Save Face, un registro nacional de profesionales acreditados que ofrecen tratamientos cosméticos no quirúrgicos, confirmó que la muerte del paciente fue el primer caso de muerte causada por una BBL en el Reino Unido. Este caso resalta la importancia de la capacitación y certificación de los profesionales, así como la supervisión de los procedimientos cosméticos.
En estos momentos difíciles, los familiares de la fallecida buscan apoyo económico para su familia. Se ha lanzado una campaña de crowdfunding para ayudar a la pareja de la víctima y a sus cinco hijos. Es fundamental brindar apoyo emocional y financiero a los afectados por esta tragedia.
Esta trágica historia debería servir como advertencia sobre los riesgos potenciales de los tratamientos cosméticos no quirúrgicos. Los pacientes deben estar plenamente informados de las posibles complicaciones y elegir médicos cualificados y con experiencia. La seguridad del paciente debe ser una prioridad absoluta en el campo de la estética, y puede que sean necesarias medidas regulatorias más estrictas para prevenir este tipo de tragedias en el futuro.