El precio del oro sigue aumentando, registrando un aumento del 6,4% desde principios de septiembre, marcando su tercer mes consecutivo de aumentos, impulsado por la fuerte demanda mundial de activos de refugio seguro. Esta tendencia refleja la actual incertidumbre económica y la búsqueda de seguridad de los inversores.
El precio del oro se mantuvo estable el jueves, manteniéndose cerca de su nivel más alto alcanzado el día anterior, mientras persisten las expectativas de otro recorte significativo de las tasas de interés estadounidenses este año.
La fluctuación en el precio del oro es moderada antes de las declaraciones de los funcionarios de la Reserva Federal previstas para hoy.
En la apertura de la sesión, el precio del oro por onza subió el jueves un 0,2%, alcanzando un nuevo máximo de 2.664 dólares tras iniciar la sesión en 2.657 dólares, y actualmente cotiza en 2.663 dólares.
Ayer, el oro alcanzó un récord de 2.670 dólares por onza, según el análisis técnico de Gold Billion. El dólar estadounidense se recuperó ayer, ganando un 0,6%, frenando el continuo ascenso del oro hasta máximos históricos.
Además, los mercados están esperando que un nuevo presidente de la Reserva Federal determine el próximo movimiento del oro después de que la tendencia alcista perdió fuerza sin experimentar aún una corrección negativa.
El jueves se publicarán varios datos económicos importantes de Estados Unidos, incluida la lectura final del PIB del segundo trimestre y las solicitudes semanales de desempleo, que miden el desempeño del mercado laboral estadounidense.
Al mismo tiempo, los mercados esperan declaraciones del presidente de la Fed y de otros miembros para anticipar el futuro de la política monetaria estadounidense y la intención de la Fed de seguir reduciendo los tipos de interés a corto plazo.
Esta tendencia alcista del precio del oro refleja las incertidumbres de los mercados globales y fortalece su posición como refugio seguro en un contexto de inestabilidad financiera. Los inversores están recurriendo al oro para proteger su riqueza frente a los crecientes riesgos económicos y geopolíticos, y se espera que esta tendencia continúe en el futuro cercano, a la espera de una mayor orientación de los bancos centrales y los reguladores financieros.