La economía alemana vive un período de estancamiento, con las previsiones de crecimiento a media asta para los próximos años. Según un informe conjunto publicado por cinco importantes institutos económicos, se espera que la economía alemana se contraiga ligeramente en 2024, después de una caída del 0,3% en 2023. Esta perspectiva de una contracción del 0,1% para este año constituye una revisión a la baja significativa en comparación con la estimación anterior de un crecimiento del PIB del 0,1% para 2024.
Los institutos DIW, Ifo, IfW Kiel, IWH y RWI señalan que la economía alemana lleva más de dos años languideciendo en un período de estancamiento. Aunque parece vislumbrarse una modesta recuperación el próximo año, el crecimiento económico no volverá a los niveles anteriores al coronavirus en el corto plazo.
Las previsiones prevén un repunte del 0,8% en 2025, por debajo de la estimación anterior del 1,4%. En cuanto al año 2026, se prevé una expansión del 1,3%. Esta situación contrasta con el pasado, cuando Alemania, el motor tradicional del crecimiento europeo, fue la única economía avanzada importante que cayó en 2023, enfrentando una alta inflación, una desaceleración industrial y una caída de la demanda de exportaciones.
La desaceleración actual puede explicarse por varios factores: la lenta caída de la inflación, la reducción de la demanda de exportaciones a China y el continuo declive industrial. Desgraciadamente, a pesar de las expectativas de recuperación, la situación económica sigue pesando sobre Alemania. Incluso si la inflación cae en 2024, la desaceleración industrial y la débil demanda en China seguirán pesando sobre la economía.
Cuestiones estructurales como la descarbonización, los factores demográficos y la competencia china son obstáculos para las perspectivas de crecimiento a largo plazo. La industria manufacturera de Alemania, afectada por el aumento de los costos de la energía después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, también enfrenta una creciente competencia china en los mercados globales, particularmente en el sector automotriz.
El emblemático sector automovilístico alemán, ante el auge de los fabricantes chinos en el sector de los vehículos eléctricos, lucha por mantener su posición. Esta mayor competencia china ha provocado una reducción de la cuota de mercado en China para los fabricantes alemanes, provocando una crisis en el sector.
A pesar de estos desafíos, los institutos económicos siguen siendo optimistas sobre una posible recuperación de la economía alemana. La recuperación del consumo privado, estimulada por el aumento de los ingresos reales, debería apoyar la economía. Además, la recuperación de mercados de ventas clave, como los países europeos vecinos, fortalecerá el comercio exterior alemán.
Sin embargo, la desaceleración actual se hace sentir en el mercado laboral, con un ligero aumento del desempleo.. Pero los institutos predicen que, con la recuperación esperada en 2025, la tasa de desempleo debería volver a caer.
En general, a pesar de los desafíos actuales que enfrenta, la economía alemana sigue buscando un camino hacia el crecimiento. Los esfuerzos para superar estos obstáculos estructurales y externos serán esenciales para la recuperación económica de largo plazo de Alemania.