En la provincia de Tshopo, en la República Democrática del Congo, la cuestión de la seguridad pública está en el centro de las preocupaciones, como lo demuestra el reciente discurso del comandante de la Policía Nacional Congoleña (PNC), el comisario de división François Kabeya Makosa. Durante un desfile organizado en la explanada de correos de Kisangani, expresó su frustración por los resultados decepcionantes de las patrullas nocturnas que supuestamente debían garantizar la protección de la población.
Lamentablemente, las patrullas, creadas inicialmente para garantizar la seguridad de los residentes, se han desviado de su objetivo principal al transformarse en actos de acoso y extorsión perpetrados por determinados miembros de la policía. Esta situación es inaceptable para el comisionado divisional, quien condenó enérgicamente estas acciones y recordó a los policías la importancia de cumplir su misión con honestidad y civismo.
El llamamiento a la colaboración entre la policía y la población civil también está en el centro del discurso de François Kabeya Makosa. Insiste en que la confianza y la cooperación entre ambas partes son fundamentales para garantizar la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos. Además, el respeto del horario laboral es un punto crucial, especialmente para los mototaxis, que ahora tendrán que parar sus actividades a medianoche, de lo contrario serán considerados infractores.
La cuestión de la contaminación acústica no se queda atrás, y el comisario de división anunció medidas severas para combatir este flagelo. Se advierte a los propietarios de bares: cualquier emisión de música después de medianoche supondrá la incautación de sus equipos de sonido. Estas acciones tienen como objetivo garantizar el respeto al orden público y el bienestar de la población.
Por último, la decisión de retirar a los agentes de policía de la Legión Nacional de Intervención (LENI) de las patrullas en Kisangani tras los abusos es una medida contundente que subraya el compromiso de las autoridades de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas dentro de las fuerzas del orden. Las personas culpables de mala conducta serán responsabilizadas de sus acciones, enviadas a centros de formación y castigadas de conformidad con la ley.
En resumen, el discurso del comisario de división François Kabeya Makosa pone de relieve los desafíos que afronta la policía nacional congoleña en su misión de mantener el orden y proteger a los ciudadanos. Los esfuerzos para garantizar la seguridad pública y restablecer la confianza entre la población y las fuerzas del orden ilustran el deseo de las autoridades de promover un entorno seguro que respete los derechos de todos.