La educación, pilar fundamental del desarrollo de una sociedad, a menudo se ve socavada por la triste realidad de los niños no escolarizados. Estos niños, privados de su derecho a la educación, a menudo se ven abandonados a su suerte, deambulando por calles y canales, lejos de las aulas donde deberían estar.
Ante este flagrante problema, un consorcio financiado por la Unión Europea y liderado por Plan International Nigeria, Save the Children International y Dispute Resolution and Development Initiative se compromete a recuperar a más de 300.000 niños sin escolarizar en tres estados del Norte. Oeste de Nigeria: Kano, Jigawa y Sokoto. Esta ambiciosa iniciativa tiene como objetivo implementar un Programa de Educación Básica Acelerada (APEBA), una forma de educación no formal diseñada para ofrecer una segunda oportunidad a los niños excluidos del sistema educativo.
Durante el taller de lanzamiento del proyecto en Kano, Tobi Ransomed, jefe del consorcio de la UE y asesor educativo de Plan International Nigeria, destacó la importancia de esta misión. De hecho, frente a las alarmantes estadísticas de la UNESCO sobre los 20 millones de niños y jóvenes sin escolarizar en Nigeria, incluidos 3,49 millones en la región noroeste, se vuelve imperativo actuar para ofrecer un futuro mejor a estas generaciones futuras.
Este proyecto de tres años tiene como objetivo apoyar la educación y el empoderamiento de los jóvenes brindándoles acceso a una educación de calidad equitativa, inclusiva y transformadora, así como al desarrollo de habilidades profesionales. Centrándose en los jóvenes, en particular las niñas de comunidades rurales desfavorecidas y nómadas, el consorcio busca derribar las barreras que obstaculizan su acceso a la educación.
Al dirigirse a 12 autoridades locales, incluidas cinco LGA en Kano, cuatro en Sokoto y tres en Jigawa, el proyecto pretende llegar a 324.000 niños y niñas a través de PEBA para ayudarlos a regresar a la escuela. Más allá de la educación formal, el programa también planea ayudar a 60.000 niños a aprender habilidades vocacionales, reconociendo que algunos jóvenes pueden preferir aprender habilidades prácticas en lugar de seguir un plan de estudios escolar tradicional.
Al brindar acceso a educación de calidad y oportunidades de aprendizaje, este proyecto aspira a transformar las vidas de miles de niños y jóvenes en Nigeria. Al ayudarlos a adquirir habilidades esenciales y desarrollar su potencial, el consorcio está allanando el camino hacia un futuro mejor y más prometedor para estas generaciones olvidadas. Es hora de invertir en la educación de todos los niños, porque dándoles a todos los medios para prosperar y lograr sus objetivos construiremos una sociedad más fuerte y más justa para todos.