Los recientes acontecimientos en Benin han sacudido al país y han atraído la atención mundial. De hecho, las autoridades judiciales de Benín anunciaron el miércoles la detención de tres hombres de alto rango, entre ellos un comandante de la guardia presidencial, sospechosos de planear un «golpe de Estado» en esta pequeña nación de África occidental.
Entre los acusados de este intento de golpe se encuentran un ex ministro de Deportes y un empresario cercano al presidente Patrice Talon. Según el fiscal especial encargado de delitos financieros y terrorismo, Elonm Mario Metonou, el presunto golpe estaba previsto que se produjera el viernes en cuestión.
Al parecer, el comandante de la Guardia Republicana responsable de la seguridad del presidente fue contactado por el ministro Oswald Homeky y Olivier Boko para dar un golpe de estado el 27 de septiembre de 2024, afirmó el fiscal.
El tribunal dijo que Homeky fue arrestado alrededor de la 1 de la madrugada del martes mientras entregaba seis bolsas que contenían 1.500 millones de francos CFA a Djimon Dieudonne Tevoedjre, el comandante en cuestión.
Por su parte, Boko, conocido como viejo amigo del presidente Talon, fue detenido por separado durante la noche del lunes al martes en la capital económica de Benín, Cotonú.
Los abogados y partidarios de Boko denunciaron lo que llamaron un «secuestro» y pidieron su liberación inmediata. El grupo de apoyo Objectif Bénin 2026, refiriéndose a las iniciales de Boko, también condenó la detención como «una grave violación de los derechos fundamentales» y «una evidente persecución política».
Estos acontecimientos ocurren en un momento en que el clima político en Benin es tenso. El país, que alguna vez fue considerado una próspera democracia multipartidista, ha caído hacia el autoritarismo desde que Talon llegó al poder en 2016, según sus críticos.
En agosto, un crítico en línea del presidente, Steve Amoussou, fue detenido y se le ordenó comparecer ante el tribunal a finales de año acusado de difundir información falsa e incitar a la rebelión, dijeron fuentes judiciales a la AFP.
Las fuerzas de seguridad de Benín están en alerta tras una serie de ataques relacionados con la violencia derivada de una insurgencia yihadista originada en la región del Sahel y que se ha extendido a las fronteras de Benín.
Por lo tanto, la situación política en Benin es compleja y suscita serias preocupaciones, tanto a nivel nacional como internacional. Es importante seguir de cerca los acontecimientos para comprender los problemas subyacentes y las consecuencias futuras.