El mundo del cine y el teatro británico hoy lamenta la pérdida de una leyenda indiscutible: Dame Maggie Smith. Su muerte, ocurrida en un hospital de Londres, sumió en la tristeza a sus admiradores. Con una carrera que abarca más de siete décadas, Maggie Smith ha dejado su huella con su inolvidable presencia en el escenario y la pantalla.
Nacida el 28 de diciembre de 1934, hija de un profesor de anatomía de la Universidad de Oxford, debutó en el escenario en 1952 con la Sociedad Dramática de la Universidad de Oxford. Su talento excepcional fue posteriormente reconocido con un Tony, dos premios Oscar, tres Globos de Oro y cinco Bafta. Entre sus papeles más recordados se encuentra el de la condesa viuda de Grantham, Violet Crawley, en la famosa serie de televisión «Downton Abbey».
La actriz ganó el Premio de la Academia a la Mejor Actriz por «The Prime of Miss Jean Brodie» en la ceremonia de 1969, así como el Premio de la Academia a la Mejor Actriz de Reparto por su interpretación de Desdemona en «Otelo» ese mismo año. Su inmenso talento y su carismática presencia han conquistado a generaciones de espectadores en todo el mundo.
A pesar de su notoriedad internacional, Maggie Smith siguió siendo una persona de gran discreción y prefería la compañía de sus allegados. Sus dos hijos y cinco nietos ahora están de luto por la pérdida de una madre y una abuela excepcionales. Su mensaje de agradecimiento por las numerosas expresiones de simpatía atestigua el profundo impacto que Maggie Smith tuvo en quienes tuvieron la suerte de conocerla.
Con la muerte de Maggie Smith, el mundo del cine y el teatro pierde a uno de sus mayores iconos. Su legado artístico quedará grabado en la memoria, recordando a todos aquellos que la admiraban la grandeza y la belleza del talento de una actriz excepcional. adiós a una figura inmortal de la escena artística británica.