El contexto actual en Nigeria está marcado por una ola de protestas y demandas de la sociedad civil, en particular a través de una coalición de organizaciones llamada The Osun Masterminds (TOM). Este último expresó su preocupación por las políticas económicas del gobierno en ejercicio y apeló al presidente Bola Tinubu para que restableciera el subsidio al combustible, en un intento por aliviar el sufrimiento de los nigerianos.
Según el director ejecutivo del grupo, el profesor Wasiu Oyedokun-Alli, las políticas de eliminación del subsidio al combustible y flotación del naira llevadas a cabo por la actual administración son responsables de las dificultades que experimenta la población. Dice que Nigeria no estaba preparada para la eliminación del subsidio al combustible y la flotación del naira al mismo tiempo, citando un estudio del Banco Mundial que indica que la eliminación completa del subsidio al combustible resulta en un aumento de la inflación del 3,4% en la economía.
Pone de relieve el círculo vicioso en el que se encuentra la economía nigeriana, con una inflación galopante que empuja al Banco Central a aumentar el tipo de interés, lo que repercute negativamente en el sector privado, ya debilitado por una elevada tasa de desempleo. En este contexto, pide al Gobierno federal, bajo el liderazgo del Presidente Bola Tinubu, que adopte medidas urgentes para invertir la tendencia.
Las recomendaciones del grupo incluyen poner fin a la flotación del naira en favor de un sistema de precios supervisado por el Banco Central, así como restablecer el subsidio al combustible con total transparencia, hasta que se establezcan estructuras adecuadas para gestionar las consecuencias de su eliminación total. También alientan al gobierno a destinar más recursos a subvenciones estratégicas para ciudadanos comunes, en lugar de repartir fondos a estados que terminan financiando los estilos de vida frívolos de muchos gobernadores.
En un país donde la población enfrenta grandes desafíos económicos, los llamados de la sociedad civil a una reforma de la política económica y una mayor transparencia gubernamental son esenciales para garantizar el bienestar y la prosperidad de los nigerianos. El diálogo constructivo entre el gobierno y la sociedad civil es crucial para encontrar soluciones sostenibles y equitativas que beneficien a toda la población.