**El legado de la guerra de Kiriji: un legado militar y cultural único en Yorubalandia**
El mes de septiembre se cumplen 138 años desde el fin de la Guerra Kiriji, un conflicto civil de 16 años en Yorubalandia. Este período dejó cautivadoras historias sobre las tácticas y estrategias militares de los antiguos guerreros, transmitidas de generación en generación.
La Guerra de Kiriji va mucho más allá del enfrentamiento entre Ibadan y Ekiti Parapo. Involucró a casi todos los grupos étnicos yoruba. Participaron más de 400.000 soldados, procedentes de diferentes regiones y aliados con diferentes facciones.
El profesor Banji Akintoye destaca que casi medio millón de combatientes participaron en este conflicto con cuestiones complejas y variadas. Áreas como Ijebu, ahora en Nigeria, suministraron armas a las fuerzas aliadas en Ekiti, mientras que los yoruba de Togo y Benin apoyaron a Ibadan. Incluso los yoruba del actual estado de Kogi estuvieron presentes, mientras que Akure, Ikale, Ilaje, Akoko-Edo e Itsekiri apoyaron a Ekiti Parapo ofreciéndole apoyo táctico y estratégico.
En el centro de este conflicto estaban las tensiones de clase, que enfrentaban a la clase dominante de Ibadan, los terratenientes ricos, contra las masas populares que buscaban la libertad. Las tácticas militares de los antiguos guerreros yoruba, enseñadas en las escuelas de infantería de Ibadan y Otun Ekiti, así como en el Centro de Investigación Balística de Okemesi, dejaron un legado estratégico y táctico que aún hoy se estudia y admira.
El uso de espías era una práctica generalizada durante la guerra. Ambos bandos utilizaron agentes encubiertos para recopilar inteligencia militar. Ibadan incluso utilizó mujeres atractivas como espías, enviadas a territorios de Ekiti para recopilar información valiosa. Estas mujeres, después de ser capturadas, podrían incluso casarse legalmente con oficiales de Ekiti y proporcionar inteligencia estratégica al ejército de Ibadan.
Los estudios sobre el comportamiento animal también ocuparon un lugar crucial en las tácticas de guerra yoruba. La observación cuidadosa de las aves, los animales y la naturaleza permitió descifrar los movimientos e intenciones del enemigo. Cada señal, desde el canto de los pájaros hasta el vuelo de los animales, se interpretaba como una indicación de las próximas acciones del enemigo.
Así, la Guerra de Kiriji nos recuerda el ingenio, la complejidad y la riqueza del patrimonio militar y cultural de los antiguos guerreros yoruba. Su dominio de las tácticas de guerra, desde el uso de espías hasta la cuidadosa observación de la naturaleza, muestra su inteligencia estratégica y su profunda conexión con su entorno. Este legado continúa inspirando y asombrando, brindando lecciones valiosas para las generaciones futuras.