Desde hace varios meses, la República Democrática del Congo atraviesa un período de turbulencias preocupantes, marcado por un alarmante deterioro de la situación socioeconómica y de seguridad en todo el territorio nacional. En el centro de esta crisis, las fuerzas políticas y sociales se han unido para expresar su profunda preocupación por esta situación crítica.
Durante una reunión organizada en la sede del partido político Piste pour l’urgence, situada en la comuna de Kasavubu, en Kinshasa, estos actores políticos y de la sociedad civil constataron unánimemente el vertiginoso aumento de la inseguridad en el este del país y en las grandes ciudades. exacerbado por el fenómeno de los kulunas, delincuentes que amenazan la paz social.
Con el objetivo de sensibilizar y movilizar, estas figuras políticas y sociales anunciaron su intención de emprender una próxima gira para exponer la realidad del país a las misiones diplomáticas presentes en la República Democrática del Congo. De este modo desean llamar la atención de la comunidad internacional sobre los grandes desafíos que enfrenta el país.
Además, los oradores no dejaron de señalar los abusos de quienes están en el poder, denunciando detenciones arbitrarias, detenciones ilegales, así como violencia sexual y de género perpetradas con total impunidad en los centros de detención, lo que demuestra un desprecio de los principios democráticos fundamentales.
La movilización de estas fuerzas políticas y sociales quedó ilustrada en particular con una sentada frente al tribunal, en el municipio de Gombe, donde resonaron voces que pedían la liberación de presos de conciencia como Seth Kikuni, Mike Mukebayi, Jean-Marc Kabund y muchos otros. Esta protesta pacífica pretende ser un grito de alarma contra los repetidos ataques a la Constitución, las leyes de la República, así como los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos congoleños.
Al condenar enérgicamente las violaciones de los derechos humanos y de los principios democráticos perpetradas por el régimen vigente, estos actores políticos y sociales demuestran su determinación de defender el Estado de derecho y trabajar por un futuro más justo y respetuoso de los valores democráticos. Piden una acción concertada y unida para construir juntos un Congo próspero y pacífico, donde cada ciudadano pueda disfrutar de sus derechos y participar plenamente en la vida política y social del país.
En este contexto de crisis e incertidumbre, la sociedad congoleña se moviliza para hacer oír su voz y defender sus valores fundamentales, con la esperanza de construir un futuro mejor para las generaciones futuras.