En el cautivador mundo de la música congoleña, una voz todavía resuena brillantemente, treinta años después de su partida. Elizabeth Finant, más conocida cariñosamente como «Tía Abeti Masikini», fue honrada y celebrada con emoción por la Ministra de Cultura, Artes y Patrimonio de la República Democrática del Congo, Yolande Elebe, y una serie de distinguidas figuras artísticas.
El sábado 28 de septiembre de 2024, una fecha llena de símbolos, se revivió magníficamente la memoria de este icónico cantante. En el cementerio de Gombe, en Kinshasa, lugar de descanso eterno de Abeti Masikini, se celebró un vibrante homenaje, lleno de reconocimiento y gratitud a la mujer que dejó su huella en la escena musical congoleña.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio fue escenario de este momento lleno de emociones y reflexiones. El maître Théodore Nganzi, jefe adjunto de Gabinete del Ministro, dirigió una fascinante presentación sobre los derechos de autor de los artistas fallecidos, arrojando así nueva luz sobre la necesidad de preservar el patrimonio cultural y artístico de personalidades como Abeti Masikini.
La Ministra Yolande Elebe subrayó con razón la importancia crucial de proteger los derechos de autor de los artistas, para garantizar la sostenibilidad de su trabajo y preservar la riqueza de la cultura congoleña. Este vibrante homenaje y esta profunda reflexión trascienden el tiempo para rendir homenaje a una artista que supo llevar en alto los colores de su país a través de sus canciones.
La Primera Dama, Denise Nyakeru, también rindió un vibrante y conmovedor homenaje a esta destacada figura de la música congoleña. Su tuit elogioso destaca la fuerza y el coraje de Abeti Masikini, así como su impacto indeleble en la cultura y la música congoleñas.
Más allá del homenaje rendido a Abeti Masikini, esta ceremonia recuerda la importancia de preservar la memoria colectiva de los artistas y promover su trabajo, para que siga inspirando a las generaciones futuras y enriqueciendo el patrimonio cultural de la República Democrática del Congo.
En definitiva, este vibrante homenaje a la tía Abeti Masikini resuena como una declaración de amor y reconocimiento hacia una artista que supo marcar su época con su voz excepcional y su compromiso con la cultura congoleña. Que su legado perdure y siga iluminando corazones y mentes, para que su voz resuene eternamente en nuestra memoria.