En estos tiempos difíciles en Goma, Kivu del Norte, la inseguridad parece reinar supremamente, sembrando miedo y muerte entre los residentes. En tan solo una semana, más de diez personas han perdido la vida en ataques de bandidos armados, dejando tras de sí una sensación de miedo e indignación. Estos actos criminales, tan deplorables como inaceptables, golpean duramente a una población ya debilitada por años de conflicto e inestabilidad.
Los relatos de los testigos sobre el terreno hablan de violencia ciega y de una crueldad increíble. Cada día trae consigo su cuota de tragedias, como el caso reciente de este niño de un año, víctima de una bala perdida durante la incursión de una banda de hombres armados en una familia modesta del barrio de Majengo. O el macabro descubrimiento del cuerpo sin vida de un joven, estrangulado en el barrio de Kahembe. Estos crímenes no pueden quedar impunes y la población de Goma, con razón consternada, exige justicia y seguridad.
Frente a este clima de terror, la sociedad civil urbana se está movilizando y considerando acciones de presión para desafiar a las autoridades locales. La ONG Periodista en Peligro también está preocupada por la creciente inseguridad que amenaza no sólo a los residentes, sino también a los profesionales de los medios de comunicación, que se han convertido en objetivos potenciales. Es urgente que las autoridades provinciales se den cuenta de la magnitud del problema y actúen de manera concertada para proteger a la población y restablecer un clima de seguridad y confianza.
En este contexto alarmante, el alcalde de Goma promete reforzar las medidas de seguridad, en particular mediante la operación «Safisha mji wa Goma». Sin embargo, estos anuncios deben ir acompañados de acciones concretas y de una voluntad política real para frenar esta lacra que azota a la ciudad. Es imperativo que todas las partes interesadas se unan, más allá de las divisiones políticas, para encontrar soluciones duraderas a este mal que está corroyendo la sociedad y amenazando la vida y la libertad de todos.
En resumen, la situación en Goma es sumamente preocupante y es hora de actuar de manera decidida y coordinada para poner fin a esta espiral venenosa de violencia e inseguridad. Las vidas inocentes sacrificadas no deben quedarse en meras estadísticas, sino que deben cuestionarnos como sociedad nuestra capacidad para garantizar la seguridad y la dignidad de todos.