Fatshimetrie, el respeto del circuito oficial de medicamentos en la República Democrática del Congo (RDC) es decisivo para garantizar la calidad y la seguridad de los productos farmacéuticos disponibles en el mercado. Esta recomendación proviene del presidente del consejo nacional de la orden de farmacéuticos, Sr. Glorry Panzu, durante una entrevista reciente en Kinshasa.
Subraya que el respeto de los principios establecidos para el funcionamiento del circuito oficial de drogas es imperativo para garantizar la fiabilidad de los medicamentos ofrecidos a la población congoleña. Cualquier medicamento que no cumpla con estos estándares o que no provenga del circuito oficial representa un riesgo para la salud pública y es considerado un “medicamento falso”.
La presencia de farmacéuticos es fundamental en cada etapa del circuito oficial, desde la fabricación hasta la distribución, pasando por la dispensación. Se destaca el carácter estratégico de los medicamentos como bien social vital y cuestión de seguridad nacional, subrayando la importancia crucial de garantizar la calidad y el origen de los medicamentos en el mercado.
Además, la CNOP/RDC elogió el trabajo “La salud en peligro: los desafíos del control farmacéutico en la República Democrática del Congo” del Sr. Charles Ndiba. Este libro destaca los desafíos del control farmacéutico en la República Democrática del Congo, destacando los riesgos para la salud de los congoleños debido al desconocimiento de la legislación farmacéutica y los delitos farmacéuticos presentes en el país.
Se destaca que es necesaria una revisión de los textos legales vigentes para adaptarlos a la evolución sociológica y tecnológica. Por ello, el farmacéutico Panzu pide a las autoridades que presten especial atención al sector farmacéutico para proteger la salud y el bienestar de la población congoleña.
En conclusión, respetar el circuito oficial de medicamentos en la República Democrática del Congo es una cuestión importante para garantizar la calidad y la seguridad de los productos farmacéuticos ofrecidos a los ciudadanos. Esta recomendación destaca la importancia crucial de los farmacéuticos y las autoridades para preservar la salud pública y combatir los delitos farmacéuticos.