En el dinámico mundo de la agricultura congoleña, se escucha una voz, la de los horticultores del Polígono Agroindustrial Presidencial de N’Sele (Daipn), en busca de una innovación salvadora: la apertura de una farmacia agrícola. Esta iniciativa, defendida por el valiente coordinador de la cooperativa de horticultores de N’Sele, Jules Yamfu, revela una cuestión crucial para mejorar la producción agrícola en la región.
La defensa de estos valientes agricultores pone de relieve una necesidad imprescindible: la de tener acceso a productos de calidad para garantizar cosechas óptimas. Al destacar el uso responsable de los recursos naturales, como los excrementos de pollo como fertilizante, los horticultores de Daipn demuestran su compromiso con las prácticas agrícolas sostenibles.
Con más de 20.000 horticultores trabajando laboriosamente en el lugar, Daipn se ha convertido en un centro de suministro esencial para los habitantes de Kinshasa y la comunidad china. Sin embargo, a pesar de estos éxitos, persisten desafíos, en particular la cuestión del acceso al agua, vital para toda actividad agrícola. Esta precaria situación subraya la importancia de una intervención urgente de las autoridades para garantizar la sostenibilidad de estas operaciones agrícolas.
La propuesta de crear una farmacia agrícola que ofrezca productos y tecnologías adaptadas a las necesidades de los horticultores representa un paso significativo hacia una agricultura más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Al promover la difusión de plantas repelentes y curativas, así como de métodos de control biológico, este enfoque ayudará a mejorar la salud de los cultivos y al mismo tiempo reducirá el uso de insumos químicos.
Además, la cooperativa de horticultores de N’Sele pide legítimamente el reconocimiento oficial de las autoridades para proteger su lugar de los intentos de despojo y beneficiarse del apoyo necesario para seguir desarrollando una agricultura de calidad y sostenible.
En conclusión, la iniciativa de los horticultores de Daipn demuestra su compromiso con una agricultura responsable y eficiente. Al satisfacer sus necesidades básicas, como el acceso a insumos de calidad y recursos hídricos suficientes, las autoridades congoleñas podrían apoyar eficazmente el desarrollo de este sector vital para la economía local. La apertura de una farmacia agrícola parece, pues, un paso esencial hacia una agricultura más sana, más productiva y más respetuosa con el medio ambiente.