En este período convulso en el que las tensiones sacuden la región de Bapere, en Kivu del Norte, el horror ha dejado huellas imborrables en las aldeas de Bilulu, Makaburi, Pabalaba y Mamulonde. Una veintena de cadáveres de civiles masacrados por los rebeldes de las ADF todavía yacen en el suelo, testigos mudos de la violencia sin sentido que azotó a estas comunidades hace una semana.
El presidente de la sociedad civil del sector de Bapere, Samuel Kagheni, lanza un conmovedor llamamiento a las autoridades político-administrativas y militares para que rompan el silencio que envuelve estos cadáveres abandonados. Estas víctimas inocentes merecen un entierro digno y seguro, un último homenaje para ellas.
Ante esta tragedia, la unidad de la población de Bapere está cristalizando en torno a la urgencia de una acción común. Los voluntarios se están movilizando, pero no pueden actuar solos. El apoyo de las autoridades militares es fundamental para garantizar la seguridad de los equipos encargados de enterrar a estos fallecidos. Juntos, en una oleada de solidaridad, es necesario poner fin al terror y la desolación sembrados por la presencia de las ADF en la región.
El jefe del sector de Bapere espera ansiosamente la llegada de los militares a las aldeas afligidas. Esta presencia tranquilizadora permitirá a los equipos de voluntarios cumplir su misión con respeto y dignidad. El entierro de las víctimas es un acto imprescindible para aliviar las profundas heridas de la comunidad y pasar página de este período oscuro.
En esta búsqueda de justicia y memoria, el gobierno provincial brinda apoyo financiero para garantizar el cumplimiento de este deber último hacia los desaparecidos. Que la paz y la reconciliación finalmente encuentren su lugar en el corazón magullado de Bapere, ofreciendo a los residentes la esperanza de un futuro mejor, libre de violencia y terror.
Juntos, reconozcamos el valor de cada vida perdida y comprometámonos a trabajar para garantizar que actos tan bárbaros nunca se repitan. La unidad y la solidaridad son nuestras armas más poderosas para luchar contra la oscuridad y hacer brillar la luz de la humanidad y la compasión.
Que las almas de los difuntos descansen en paz y que su memoria quede grabada en nuestros corazones para siempre.