El reciente intercambio entre la ministra egipcia de Planificación, Desarrollo Económico y Cooperación Internacional, Rania Al-Mashat, y la ministra rumana de Asuntos Exteriores, Luminiţa Odobescu, pone de relieve la importancia de las relaciones bilaterales entre sus dos países. Durante su reunión en Bucarest, al margen de la cuarta sesión del Comité Mixto para la Cooperación Económica, Técnica y Científica entre Rumanía y Egipto, los dos funcionarios discutieron la manera de reforzar estos vínculos y prepararon la visita del Ministro rumano a Egipto prevista para fin de mes.
Las discusiones se centraron en varios aspectos de la cooperación entre los dos países, destacando el interés mutuo en aumentar las inversiones, particularmente en el contexto de las oportunidades ofrecidas a las empresas extranjeras en Egipto, en particular en la Zona Económica del Canal.
El ministro egipcio subrayó el compromiso de Egipto de fortalecer sus relaciones económicas con Rumania, destacando los esfuerzos del gobierno para desarrollar asociaciones económicas internacionales. También discutió la estrategia de Egipto para fortalecer la cooperación Sur-Sur y triangular en 2023, lo que demuestra el deseo del país de desempeñar un papel más activo en la promoción del intercambio de conocimientos entre los países del Sur y aprovechar las experiencias exitosas de desarrollo con socios para el desarrollo.
El Canal de Suez también fue foco de debates, lo que refleja los esfuerzos de Egipto durante la última década para desarrollar infraestructura sostenible y explotar su posición estratégica para conectar Asia y África. Esta ventajosa ubicación ayuda a atraer inversión extranjera directa, localizar industrias y fomentar las exportaciones de la zona como centro logístico global.
Por su parte, la ministra rumana destacó la importancia de abordar las crisis actuales en las regiones a las que pertenecen los dos países, afirmando el apoyo de Rumania al fortalecimiento de la asociación estratégica e integral entre la UE y Egipto.
Esta reunión marca un paso significativo en el fortalecimiento de los lazos económicos y políticos entre Egipto y Rumania, lo que demuestra el deseo de los dos países de cooperar para lograr objetivos comunes y promover un desarrollo mutuo beneficioso para sus respectivas poblaciones.