La tercera jornada de las eliminatorias de la CAN en el Grupo H estuvo marcada por un partido electrizante entre Guinea y Etiopía. Syli National brilló en el campo, venciendo a Walya con un claro marcador de 4-1. Un resultado que devuelve a Guinea a la carrera por la clasificación, poniendo así fin a una serie de resultados dispares en los encuentros anteriores.
El choque tuvo lugar en Costa de Marfil, sede neutral que ofreció un espectáculo de calidad a los espectadores presentes. Serhou Guirassy, delantero del Borussia Dortmund, se destacó al anotar un hat-trick en la primera parte, mostrando una eficacia formidable ante la portería contraria. Su talento y determinación fueron notados por todos los aficionados al fútbol, dejando así su huella en este encuentro.
El resto del equipo guineano no se quedó atrás: Seydouba Cissé asestó el golpe al marcar el cuarto gol en el minuto 48. A pesar del estallido de orgullo de los etíopes, materializado con el gol de Canaan Markneh unos minutos más tarde, la victoria de Guinea estaba fuera de toda duda. Una victoria que dio esperanzas a la afición y reforzó la cohesión del equipo.
Este éxito es de capital importancia para Guinea, que ahora se encuentra en la carrera por una clasificación muy esperada. En el Grupo H, los Leopardos de la República Democrática del Congo dominan la clasificación con 9 puntos, seguidos por Tanzania con 4 puntos y Guinea en tercer lugar con 3 puntos. Los etíopes se marchan atrás con un punto, tras un partido de ida complicado.
Esta victoria de Guinea no es sólo el resultado de un desempeño deportivo de alto nivel, sino también el símbolo de una determinación inquebrantable. El equipo supo superar obstáculos y dudas para alzarse con la victoria, demostrando un espíritu de equipo inquebrantable. Este éxito es una fuerte señal enviada a todos los competidores de la CAN, demostrando que Syli National es de hecho un oponente formidable que no debe subestimarse.
En conclusión, este partido será recordado como un momento deportivo intenso y emocionante, pero también como el punto de partida de una nueva dinámica para Guinea en estas eliminatorias. Un paso más hacia la clasificación, un paso más hacia la historia para este equipo que supo demostrar su fuerza y determinación sobre el terreno de juego.