Después de que Ruanda declarara un brote de la enfermedad del virus de Marburgo el 27 de septiembre, el Ministro de Salud del país intentó asegurar en una reunión que la situación está bajo control.
Durante la reunión con el cuerpo diplomático y los socios para el desarrollo, el Ministro Nsanzimana discutió las estrategias de vacunación implementadas para combatir la enfermedad.
La semana pasada, Ruanda recibió 700 dosis de una vacuna en fase de prueba, que se ofreció a los trabajadores sanitarios y a quienes han estado en contacto con casos confirmados.
«Nos informaron que las vacunas estaban disponibles. Vimos esto como una gran oportunidad para recibirlas y fortalecer nuestro sistema inmunológico», dijo Augustin Sendegeya, director médico en jefe del Hospital Rey Faisal.
Aunque la vacuna aún se está probando, Sendegeya dice que es segura y podría ser de gran valor para quienes son susceptibles a la infección.
Algunos médicos también insistieron en que no han observado ningún efecto secundario importante de la vacuna. “Ni siquiera espero mucho porque ayer vi a personas vacunarse y no tenían muchos síntomas”, dijo Blaise Dushimiyimana, ginecólogo del Hospital Universitario de Kigali.
Más de 200 personas en el país ya han recibido la vacuna.
La enfermedad por virus de Marburg es una enfermedad grave y a menudo mortal en humanos. Ruanda ha informado que 13 personas han muerto a causa de la enfermedad desde que comenzó el brote.
La respuesta de Ruanda a este brote de Marburg destaca la importancia de la vacunación para controlar la propagación de enfermedades virales mortales. Al ofrecer la vacuna a los profesionales sanitarios y a las personas en riesgo, el país muestra su determinación de proteger a su población y contener la enfermedad.
Esta situación pone de relieve la necesidad de colaboración internacional para combatir las enfermedades emergentes y fortalecer los sistemas de salud en los países en desarrollo. La rapidez con la que Ruanda ha actuado para implementar estrategias de vacunación y brindar acceso al tratamiento demuestra su capacidad para responder de manera proactiva a las crisis sanitarias.
En última instancia, la lucha contra la enfermedad del virus de Marburgo en Ruanda es una demostración de la determinación del país de proteger las vidas de sus ciudadanos y promover la salud pública en un contexto global complejo y en constante cambio.