Despenalizar el intento de suicidio: un imperativo de salud mental en Nigeria

**Fatshimetrie despenaliza el acto de desesperación: una emergencia de salud mental en Nigeria**

En el centro de un debate arquitectónico y social, mentes informadas se están levantando para exigir la despenalización del intento de suicidio en Nigeria. Un tema que pone de relieve una crisis de salud mental exacerbada por leyes obsoletas y duras.

Con nada menos que 15.000 muertes anuales por suicidio, o una tasa de 6,9 ​​por 100.000 según la Organización Mundial de la Salud (OMS), resulta urgente repensar la forma en que la sociedad aborda este flagelo. Al criminalizar el acto desesperado de querer acabar con la vida, Nigeria corre el riesgo de subestimar la verdadera magnitud de la crisis.

El profesor Taiwo Lateef Sheikh, ex presidente de la Asociación Nigeriana de Psiquiatras e iniciador del Grupo de Trabajo para la Prevención del Suicidio de Nigeria, pide más compasión y apoyo para quienes luchan con pensamientos suicidas.

“La penalización del intento de suicidio es una reliquia de una época pasada no sólo estigmatiza a quienes buscan ayuda, sino que también los disuade de buscarla por temor a repercusiones legales”, afirma Sheikh con palpable convicción.

Señala que la ley actual, que data de la época colonial, pasa por alto los factores complejos que subyacen al comportamiento suicida, como los trastornos de salud mental, el abuso de sustancias y el estrés social. Esta reflexión forma parte de la Conferencia Nacional sobre Prevención del Suicidio que se realizó recientemente, centrada en la necesidad apremiante de despenalizar el intento de suicidio.

De hecho, el estigma que rodea a la salud mental y el miedo a la criminalización a menudo impiden que las personas en apuros busquen ayuda, aumentando así el riesgo de suicidio. Para cambiar la situación, es crucial reconocer el intento de suicidio como un grito desesperado de ayuda y no como un acto criminal.

Las estadísticas revelan que casi el 90% de las muertes por suicidio están asociadas con un diagnóstico de trastornos de salud mental o abuso de sustancias. Entre las personas con trastornos mentales, el 70% está relacionado con trastornos depresivos.

En este contexto, la salud mental se define como un estado de bienestar emocional, psicológico y social, que influye en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Promover, proteger y preservar la salud mental es esencial para evitar el malestar psicológico y las enfermedades mentales.

El acceso limitado a los servicios de salud mental y los determinantes sociales del suicidio son realidades preocupantes en Nigeria. Por cada muerte por suicidio, se estima que hay al menos 20 intentos, lo que significa que casi 300.000 nigerianos en apuros suicidas se enfrentan a la dolorosa cuestión de buscar ayuda sin temor al castigo..

Ya es hora de que Nigeria, uno de los pocos países donde el suicidio sigue siendo un delito, adopte medidas concretas para modernizar sus leyes de salud mental. La intervención estatal es crucial para fortalecer los servicios de salud mental y abordar el estigma en torno al suicidio.

En conclusión, la despenalización del intento de suicidio en Nigeria es un importante problema de salud pública que requiere una acción concertada y urgente. Es imperativo cambiar la narrativa sobre el suicidio, promover la concientización y alentar a las personas en peligro a buscar ayuda sin temor a represalias legales.

En un país que busca el progreso social y humano, la despenalización del acto de desesperación es un primer paso hacia una sociedad más inclusiva y compasiva con sus ciudadanos más vulnerables.

El camino es largo, pero las voces alzadas para defender esta noble y necesaria causa reflejan una esperanza renovada, una profunda convicción de que cada vida cuenta y merece ser salvada.

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