Ante la crisis económica, Nigeria pide ayuda a gritos: petición de acción urgente

En el centro de la crisis económica que sacude a Nigeria hay un problema importante: el vertiginoso aumento del precio de la gasolina y del gas para cocinar. La preocupante situación ha atraído la atención de las autoridades y los legisladores, lo que llevó al diputado Kingsley Chinda a dirigirse a una sesión parlamentaria en Abuja.

El representante de la oposición destacó la necesidad de intervenciones urgentes para brindar alivio a los hogares de bajos ingresos, incluyendo propuestas de medidas como recortes de impuestos o subsidios al gas de cocina, también conocido como gas licuado de petróleo (GLP). Señaló la dependencia histórica de Nigeria de los productos derivados del petróleo y del gas para cocinar como fuentes esenciales de energía, tanto para uso doméstico como industrial.

En los últimos meses, los precios del combustible y del gas para cocinar han experimentado un aumento preocupante, lo que ha puesto a prueba el poder adquisitivo de los nigerianos comunes y corrientes y ha elevado el costo de vida. La eliminación de los subsidios al combustible, combinada con la volatilidad de los precios del petróleo en el mercado mundial y la depreciación del naira, han contribuido en gran medida a este aumento de los precios, creando una presión financiera insostenible sobre los hogares.

La situación es tanto más alarmante cuanto que afecta al acceso al transporte, a los alimentos, a los bienes esenciales y a la atención sanitaria y provoca una inflación creciente. Las familias se encuentran sumidas en profundas dificultades financieras, las pequeñas y medianas empresas luchan por mantener sus negocios a flote y la economía del país corre el riesgo de sufrir un desequilibrio.

Ante esta cuestión crucial, el diputado Chinda pidió al gobierno que actúe de forma concreta y rápida para controlar el aumento de los precios del combustible y del gas para cocinar antes de que la crisis se transforme en un problema económico importante con consecuencias sociales desastrosas. Es esencial que se tomen medidas concretas para impulsar la capacidad de refinación local y reducir la dependencia de los productos petrolíferos importados.

Además, el gobierno debe explorar fuentes de energía alternativas y diversificar la combinación energética del país mediante la promoción de soluciones de energía renovable más sostenibles y asequibles. Las políticas monetarias implementadas por el Banco Central de Nigeria deberían ajustarse para mitigar los efectos negativos de los aumentos de los precios de los combustibles sobre la inflación, particularmente en relación con los bienes y servicios esenciales.

También se pide a las autoridades locales que adopten medidas para aliviar la carga financiera de los ciudadanos, suspendiendo temporalmente los impuestos y tasas de transporte vinculados a los elevados costes del combustible. En resumen, se necesita un plan integral y coordinado para responder a esta crisis y evitar repercusiones desastrosas para la población y la economía de Nigeria.

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