En Ghana, el mundo del fútbol está convulsionado tras la aplastante derrota de las Estrellas Negras contra Sudán, que pone en serio peligro su clasificación para la CAN 2025. La decepcionante actuación de la selección nacional provocó una ola de reacciones, poniendo de relieve las frustraciones de los aficionados. ex jugadores y ex entrenadores.
El técnico Otto Addo se encuentra en el centro de las críticas, y sus fervientes seguidores no se andan con rodeos. La leyenda del fútbol ghanés y exjugador de las Black Stars, Malik Jabir, no ha dudado en afirmar categóricamente que “Otto Addo debe ser despedido”. Los resultados dispares del equipo desde el regreso del técnico en marzo de 2024, con sólo dos victorias en ocho partidos, están alimentando la ira de aficionados y observadores.
La derrota por 2-0 ante Sudán fue el detonante de la exasperación, exponiendo el riesgo muy real de perderse la Copa Africana de Naciones por primera vez en veinte años. El desconcierto ante un equipo dirigido por el ex seleccionador ghanés, Kwasi Appiah, actual seleccionador de Sudán, echa aún más sal a la herida.
Las reacciones no se limitan a la simple observación de resultados deportivos. Algunos observadores señalan la mala gestión de la Federación y del Ministerio de Deportes, acusados de no garantizar un entorno propicio al desarrollo del fútbol ghanés. La asociación Save Ghana Football llega incluso a lamentar la falta de estadios dignos para albergar partidos internacionales, lo que plantea interrogantes cruciales sobre la infraestructura deportiva del país.
Para aspirar a clasificarse para CAN 2025, las Estrellas Negras ya no tienen margen de error. Tendrán que ganar sus próximos partidos contra Angola y Níger en noviembre, mientras cuentan con los errores de Sudán contra los mismos oponentes. Esta situación pone de relieve no sólo las cuestiones deportivas, sino también los desafíos estructurales y organizativos que enfrenta el fútbol ghanés.
En conclusión, los acontecimientos recientes en torno a la selección de Ghana ilustran la fragilidad y complejidad del mundo del fútbol. Destacan la necesidad de una reflexión profunda sobre las estrategias de desarrollo y gestión del deporte a nivel nacional, con el fin de perpetuar la excelencia y la pasión que impulsan a los aficionados y jugadores de este deporte universal.