Circularidad alimentaria: el futuro de la agricultura sostenible en Nestlé

En este artículo descubrimos el caso ejemplar de la granja Skimmelkrans en Sudáfrica, que adopta prácticas circulares para preservar el agua y mejorar la sostenibilidad de su producción de alimentos. Nestlé también apuesta por una transición hacia prácticas alimentarias más sostenibles, promoviendo los principios de Repensar, Reducir y Reutilizar. Este enfoque holístico tiene como objetivo crear un sistema alimentario regenerativo y resiliente, capaz de responder a los desafíos actuales garantizando al mismo tiempo la equidad social. Al integrar iniciativas como la agricultura regenerativa y la reutilización de materiales de embalaje, Nestlé demuestra su compromiso con un futuro alimentario más sostenible y equitativo.
La granja Skimmelkrans en la región de George, Sudáfrica, destaca por su enfoque decididamente centrado en prácticas circulares destinadas a preservar los recursos naturales, en particular el agua. Este enfoque pragmático podría revolucionar la forma en que producimos alimentos, creando un sistema más sostenible.

Ante la urgencia de garantizar la seguridad alimentaria en Sudáfrica y al mismo tiempo preservar el medio ambiente, el compromiso de Nestlé con alimentos seguros y sostenibles encaja perfectamente. El planeta se enfrenta a una crisis importante: garantizar la seguridad alimentaria para una población en rápido crecimiento, en un contexto de escasez de recursos y desafíos logísticos. Es imperativo darle la espalda a las prácticas obsoletas e insostenibles que caracterizan la producción tradicional de alimentos para preservar nuestro futuro.

Para afrontar este desafío urgente, es crucial comprometerse decididamente con una transición hacia un sistema alimentario más sostenible y equitativo. En el centro de esta transformación se encuentran los principios circulares: formas simples pero fundamentales de cambiar nuestro enfoque en la producción y el consumo de alimentos. En Nestlé, la circularidad cobra vida a través de nuestros tres pilares de sostenibilidad: Repensar, Reducir y Reutilizar. Estos principios constituyen un plan de acción concreto para hacer avanzar nuestras operaciones hacia métodos más sostenibles de producción de alimentos. Al adoptar este enfoque, no solo mejoramos el valor nutricional de nuestros productos, sino que también reducimos significativamente su huella ambiental, generando así un cambio positivo y mensurable.

Desde el pastoreo de vacas hasta el riego: la granja lechera Skimmelkrans ilustra la agricultura regenerativa en acción. Al repensar, reducir y reutilizar los recursos, creamos un sistema alimentario regenerativo, resiliente y capaz de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras. La circularidad implica un enfoque holístico que aborda los desafíos interconectados de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y la equidad social.

Estamos comprometidos a liderar esta transición de toda la industria hacia un sistema alimentario circular en toda la industria. Nuestras operaciones en África Oriental y Meridional (ESAR) ilustran nuestra dedicación a prácticas éticas y sostenibles. No es sólo un concepto, sino una realidad, a través de las actividades diarias a lo largo de toda la cadena de valor de la producción de alimentos.

Por ejemplo, Skimmelkrans Dairy Farm es la granja lechera pionera de Nestlé, ubicada en George, Cabo Occidental, que sirve como modelo de agricultura sostenible, demostrando la circularidad en acción.. A través de la agricultura regenerativa, el uso de abono orgánico, la optimización del uso del agua y el uso de energía renovable, la granja es una operación sostenible. Esta transición no solo ha beneficiado al medio ambiente, sino que también ha permitido la producción de leche de mejor calidad y más nutritiva, brindando a los consumidores una opción más saludable.

Este compromiso se extiende más allá de la producción de alimentos para incluir el embalaje. A través de iniciativas como «Fit-for-Purpose», que optimiza la reestructuración de los envases, integramos materiales reciclados y reducimos los residuos. Este es un progreso significativo hacia la reducción del uso de materiales y nuestra huella ambiental.

Los beneficios de la circularidad van mucho más allá de la sostenibilidad ambiental. Las prácticas circulares no solo mejoran la seguridad alimentaria, sino que, al mejorar la eficiencia de los recursos, contribuyen a una distribución de alimentos más equitativa. Las prácticas agrícolas sostenibles abren nuevas oportunidades para los agricultores, las empresas y las comunidades, mejorando la producción de alimentos y los ingresos de los hogares, contribuyendo así al desarrollo económico y el bienestar social.

Cuando miramos hacia el futuro, queda claro que la circularidad no es solo una tendencia, sino una necesidad. Es un enfoque práctico que puede revolucionar la forma en que producimos y consumimos alimentos, creando un sistema alimentario más sostenible y resiliente. Al adoptar la circularidad, podemos construir un mundo donde la seguridad alimentaria sea una realidad y el derecho humano fundamental a la alimentación esté protegido para las generaciones venideras. En Nestlé, estamos comprometidos a liderar esta transición, junto con nuestros socios, partes interesadas y consumidores.

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