La lenta reanudación de las actividades en el mercado de Kitutu, en Goma, tras el hundimiento del MV Merdi

Las actividades se están reanudando lentamente en el mercado de Kitutu, en Goma (Kivu del Norte), dos semanas después del hundimiento del MV Merdi en el lago Kivu.

En el tumulto de la tragedia que sacudió el mercado de Kitutu con el hundimiento del MV Merdi, un pesado silencio parece envolver hoy los lugares habitualmente animados por la emoción de las transacciones comerciales. Si bien normalmente los puestos estaban llenos de productos frescos y variados, hoy en día una atmósfera de tristeza y nostalgia se cierne sobre el mercado.

Mariam Mirindi, responsable del sector agrícola del mercado, expresa con emoción las dificultades encontradas desde la tragedia: «Desde el hundimiento, encontrar mercancías se ha convertido en una tarea ardua. El miedo se ha apoderado de los corazones, disuadiendo a muchos de arriesgarse a cruzar el lago utilizado. llegar cargados de alimentos, pero hoy muchos permanecen amarrados. Esta situación ha reducido significativamente nuestro suministro de mercancías.

El secretario del administrador del mercado, Bahati Prince, lamenta también el desorden reinante desde la catástrofe: «Antes del hundimiento, atracaban muchos barcos que traían consigo un flujo incesante de productos variados. Hoy en día, sólo dos barcos aparecen en el puerto». En el pasado, nuestro muelle estaba repleto de productos, pero ahora sólo recibimos una pequeña parte de lo que normalmente se descargaba. Los propietarios, todavía de luto, tardan en reanudar sus actividades.

Ante esta repentina escasez de bienes, algunos comerciantes se ven obligados a abastecerse en Ruanda, lo que pone de relieve la urgencia de reabrir la carretera Goma-Minova. Estos comerciantes, que perdieron tanto a sus proveedores como a sus clientes en esta tragedia, están mostrando una tremenda resiliencia para mantener sus negocios a pesar de los trastornos sufridos.

El mercado de Kitutu, que alguna vez fue un símbolo de intercambios dinámicos y vitalidad económica, hoy está debilitado por las consecuencias del hundimiento. Los comerciantes, sacudidos por los recientes acontecimientos, navegan entre la tristeza y la determinación, anhelando una renovación que les dé esperanza y prosperidad.

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