Kinshasa, 20 de octubre de 2024 (ACP) – Una noticia extraordinaria sacudió recientemente el campo de la salud pública mundial: la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció con orgullo que había logrado erradicar la malaria en Egipto. Esta enfermedad ancestral, transmitida por picaduras de mosquitos y potencialmente mortal, es ahora un flagelo del pasado en este país que alguna vez estuvo afectado.
Esta es una verdadera victoria para la ciencia, para la salud global, pero sobre todo para el pueblo y el gobierno egipcios, que han trabajado incansablemente para poner fin a esta amenaza centenaria. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que la certificación de Egipto como país libre de malaria es un acontecimiento histórico que demuestra el compromiso y la determinación del pueblo egipcio. A partir de ahora, la malaria ya no acechará el futuro de Egipto, sino que quedará grabada en su historia.
Este éxito es el resultado de la perseverancia y la dedicación inquebrantable, a lo largo de casi un siglo. Por lo tanto, la OMS celebra la erradicación total de la malaria en Egipto como un paso crucial en la lucha contra esta devastadora enfermedad. La certificación de la OMS de la eliminación de la malaria se basa en criterios rigurosos, incluida la interrupción de la cadena de transmisión por mosquitos durante al menos tres años consecutivos.
Este importante avance pone de relieve la importancia de la lucha contra la malaria, una enfermedad que sigue causando estragos, especialmente en África. Si Egipto ha logrado erradicar el flagelo, otros países del continente siguen enfrentándose a esta amenaza. De hecho, la malaria sigue siendo responsable de más de 600.000 muertes al año, principalmente en África. Sin embargo, también se han logrado avances: se ha certificado que países como Argelia, Cabo Verde, Lesotho, Mauricio y Seychelles están libres de malaria.
A pesar de estos avances, la lucha contra la malaria sigue siendo una prioridad para muchos países africanos, que soportan una parte muy pesada de la carga mundial de la enfermedad. Se estima que el 70% de los casos de malaria provienen de sólo 11 países africanos, lo que pone de relieve la importancia de los esfuerzos para erradicar esta enfermedad.
En conclusión, la erradicación de la malaria en Egipto es un logro excepcional que merece ser celebrado. Sin embargo, es crucial continuar la lucha contra esta enfermedad en otros países afectados, para garantizar un futuro mejor para todos. Esta victoria es un testimonio de lo que es posible cuando la determinación y la solidaridad se unen para abordar los desafíos de salud pública.