Las repercusiones del decreto italiano sobre el acuerdo migratorio con Albania: un examen en profundidad

El decreto aprobado por el gobierno de extrema derecha de Italia destinado a superar posibles obstáculos legales que podrían poner en peligro un controvertido acuerdo migratorio con Albania plantea preguntas cruciales sobre su impacto en los derechos de los inmigrantes y la aplicación de la ley internacional.

Este decreto, que entró en vigor inmediatamente, acorta la lista de países considerados «seguros» por la ley, autorizando así a Roma a repatriar a los inmigrantes que no hayan obtenido asilo en estos países, mediante un procedimiento acelerado. La reducción del número de países seguros a 19, en comparación con los 22 anteriores, ahora excluye a Camerún, Colombia y Nigeria.

La medida se produce tras un fallo de jueces romanos, que el viernes rechazaron la detención de los primeros 12 inmigrantes enviados a un centro de recepción recién inaugurado en Albania, argumentando que sus países de origen, Bangladesh y Egipto, no eran lo suficientemente seguros para ellos. enviado de vuelta.

Los jueces justificaron su decisión haciendo referencia a una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, según la cual un país sólo puede considerarse seguro para la repatriación de inmigrantes si todo su territorio se considera seguro.

La medida fue un obstáculo inicial para el acuerdo de cinco años de Italia con Albania, según el cual Tirana recibiría a 3.000 inmigrantes al mes recogidos en el mar por la guardia costera italiana. Estos inmigrantes serían evaluados para solicitar asilo en Italia o enviados de regreso a sus países.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, apoya firmemente el acuerdo y lo defiende como un nuevo «modelo» de gestión de la migración ilegal. Calificó la decisión de los magistrados romanos de «perjudicial» y prometió superar cualquier obstáculo legal.

Grupos de derechos humanos y ONG activas en el Mediterráneo han condenado el acuerdo entre Italia y Albania como un precedente peligroso en conflicto con el derecho internacional.

Los expertos jurídicos también señalaron que el nuevo decreto aprobado por el gobierno de Meloni puede no ser suficiente para resolver posibles conflictos futuros, ya que las decisiones de la UE tendrán prioridad sobre las leyes nacionales en conflicto.

El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, rechazó las críticas y dijo que el nuevo decreto estaba en consonancia con el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y un nuevo reglamento de la UE que entrará en vigor en 2026.

Esta situación genera preocupación sobre el respeto de los derechos fundamentales de los migrantes, el cumplimiento del derecho internacional y el equilibrio entre la seguridad del Estado y la protección de las personas que buscan refugio. Sigue siendo esencial seguir de cerca el desarrollo de este asunto y sus implicaciones para la política migratoria europea.

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