Las recientes decisiones del gobierno británico de liberar anticipadamente a casi 1.000 prisioneros adicionales son parte de una política destinada a abordar el hacinamiento crónico en las prisiones. La medida se produce tras la liberación de 1.700 reclusos el mes pasado, una política que, aunque controvertida, pretende aliviar la presión constante sobre las instalaciones penitenciarias.
La Secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, se ha comprometido a rectificar errores anteriores que llevaron a la liberación errónea de 37 detenidos no elegibles. Esta vez, las autoridades afirman haber corregido estos fallos y puesto en marcha las medidas adecuadas para evitar nuevos errores de este tipo.
Como parte de esta revisión del sistema de justicia, está previsto explorar alternativas a las penas de prisión para determinados delincuentes condenados, a fin de garantizar que haya plazas en prisión disponibles para los delincuentes más peligrosos. Las opciones que se están considerando incluyen el uso de tecnología incentivada, como relojes o aplicaciones, para fomentar el cumplimiento de las condiciones de los delincuentes, así como arrestos domiciliarios bajo monitoreo electrónico.
El programa de liberación anticipada permite que los llamados delincuentes no violentos, que hayan cumplido determinadas condiciones, sean liberados después de cumplir el 40% de su condena en lugar del 50% habitual. Esta medida tiene como objetivo reducir el hacinamiento carcelario y ofrecer alternativas al encarcelamiento para determinados infractores.
El exsecretario de Justicia, David Gauke, que preside la revisión, señala que la población carcelaria, actualmente de unas 89.000 personas, aumenta en 4.500 cada año, y que el 90% de los condenados a prisión son reincidentes.
Los intentos de reformar el sistema penitenciario británico no son nuevos. En 2019, David Gauke ya abogaba por la abolición de las penas de seis meses o menos, con excepción de los delitos violentos y sexuales. Dijo que las altas tasas de reincidencia indican que el sistema penitenciario actual no está funcionando de manera efectiva y requiere cambios fundamentales.
Esta revisión tiene como objetivo repensar la naturaleza de la sentencia y la rehabilitación de los delincuentes en el siglo XXI, así como proponer soluciones duraderas para el futuro del sistema de justicia del Reino Unido. Se espera así sacar al sector de la justicia de la crisis permanente en la que se encuentra y orientarlo hacia una perspectiva más estable y eficiente.