La cumbre BRICS que se está celebrando actualmente en Rusia reunió a un grupo de líderes africanos que subieron al escenario para abordar cuestiones cruciales en el escenario internacional. Esta reunión, que comenzó con la agrupación de cinco países -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- se ha ampliado para incluir otras naciones como Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
Se han presentado solicitudes formales de membresía de Turquía, Azerbaiyán y Malasia, y muchos otros países también han expresado interés en unirse a esta coalición. Esta diversificación no sólo muestra la creciente importancia de los BRICS en el escenario global, sino también el reconocimiento de la necesidad de una cooperación reforzada entre los países emergentes.
Las declaraciones hechas por los líderes africanos en esta cumbre resaltan los desafíos que enfrentan los países en desarrollo. El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, destacó que los problemas económicos y financieros están obstaculizando el rápido crecimiento de estas naciones. También destacó la importancia de crear conciencia entre la comunidad internacional sobre su papel en el apoyo al desarrollo.
Por su parte, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, pidió una reforma de la Organización Mundial del Comercio y un reajuste de las normas comerciales para promover la industrialización. Pidió una cooperación intensificada entre los miembros del BRICS a través de programas de desarrollo conjuntos en las áreas de exportaciones, cooperación industrial e intercambio de tecnología.
Mientras tanto, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha hablado de la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar una representación justa de las naciones en desarrollo. Destacó la importancia de dar voz a los países en desarrollo y permitir que estas naciones contribuyan significativamente a la gobernanza global.
Esta cumbre, que se desarrolla a lo largo de tres días y reúne en Rusia a un número importante de líderes mundiales, se desarrolla en un contexto de tensiones internacionales. Mientras Occidente busca aislar a Rusia por sus acciones en Ucrania, los BRICS ofrecen una plataforma para un diálogo constructivo y una mayor cooperación entre los países emergentes. Esta cumbre destaca la importancia de la solidaridad y la cooperación internacionales para abordar los desafíos globales actuales y garantizar un futuro próspero para todos los países.