La gobernanza en África es una cuestión crucial que ha provocado intensos debates en los últimos años. Según un estudio reciente, casi la mitad de los países africanos han visto deteriorarse su gobernanza durante la última década. El continente enfrenta grandes desafíos, particularmente en términos de seguridad, que comprometen los avances logrados en muchas áreas.
Si bien algunas naciones han experimentado mejoras notables, otras 21 han visto deteriorarse su situación, afectando a casi la mitad de la población de África. Países como Nigeria y Uganda han experimentado una disminución significativa de la gobernanza durante la segunda mitad de la década pasada.
Mo Ibrahim, fundador de la Fundación Ibrahim, destacó el surgimiento de un creciente «arco de inestabilidad», destacando las preocupaciones de seguridad como los principales impulsores de este deterioro. En una entrevista con Reuters, Ibrahim explicó que la mala gobernanza, incluida la corrupción y la marginación, a menudo alimentaba la violencia y los conflictos, como lo demuestran los recientes golpes de Estado y la guerra en África Occidental en Sudán.
Sin embargo, hay señales alentadoras en algunas áreas. El informe destaca mejoras en infraestructura, como el acceso a teléfonos móviles y energía, así como avances en igualdad de género. La salud, la educación y el entorno empresarial también han experimentado avances en todo el continente.
A pesar de estos avances, la percepción pública sigue siendo negativa. Mucha gente cree que las oportunidades económicas y la seguridad se han deteriorado, incluso cuando los indicadores de gobernabilidad muestran mejoras. Ibrahim advirtió que el creciente descontento público podría provocar disturbios, un aumento de la migración y más conflictos.
El informe sugiere que estas opiniones negativas podrían deberse a mayores expectativas en los países que están mejorando, así como a un enfoque en lo que todavía no está funcionando. No obstante, Ibrahim destacó la importancia de responder al descontento público para evitar una mayor inestabilidad.
La cuestión de la gobernanza en África es compleja y multidimensional y requiere un enfoque integral y concertado para abordar estos desafíos cruciales. Es imperativo que los gobiernos y los actores internacionales trabajen juntos para fortalecer las instituciones y promover la transparencia, la rendición de cuentas y la buena gobernanza en todo el continente. Sólo adoptando medidas firmes y duraderas África podrá realizar su potencial y garantizar un futuro próspero para sus ciudadanos.