La situación humanitaria en Haití ha seguido deteriorándose en los últimos meses a pesar del despliegue de la misión multinacional de apoyo a la seguridad encabezada por Kenia. Según María Isabel Salvador, representante especial y jefa de la oficina integrada de Naciones Unidas en Haití, la situación ha empeorado con un aumento del 22% en el número de desplazados internos, llegando a más de 700.000 en los últimos tres meses.
El número de víctimas de la violencia relacionada con las pandillas en Haití empeora día a día, lo que dificulta el proceso de establecimiento de un marco político estable. Aunque el despliegue inicial de un contingente keniano para la misión de apoyo a la seguridad se realizó en junio, se enviaron agentes de policía adicionales de las Bahamas, Belice y Jamaica, con lo que el total asciende a aproximadamente 430 miembros.
Sin embargo, esta fuerza sigue siendo claramente insuficiente para satisfacer eficazmente las necesidades del país. María Isabel Salvador saludó el anuncio del presidente Ruto de Kenia sobre el inminente despliegue de un contingente adicional para reforzar las tropas que ya se encuentran allí.
También destacó la falta de financiación para la misión multinacional, una brecha que podría comprometer su despliegue y obstaculizar su capacidad para apoyar eficazmente a la Policía Nacional de Haití. Sólo el 20% de los establecimientos de salud en Puerto Príncipe están operativos, y este porcentaje cae al 40% a nivel nacional. Además, casi el 45% de la población haitiana no tiene acceso al agua potable.
El sector educativo se ve muy afectado, con 1.000 escuelas cerradas debido a la inseguridad. A pesar de estos desafíos, el anuncio del Primer Ministro Garry Conille de una reunión urgente para discutir la violencia de las pandillas es alentador. Además, los nuevos acuerdos de gobernanza para la transición, el fortalecimiento previsto de la misión multinacional y la posibilidad de celebrar elecciones para finales de 2025 ofrecen un rayo de esperanza para el futuro de Haití.
El camino hacia la estabilidad y la prosperidad para el pueblo haitiano promete ser largo y difícil, pero es crucial que la comunidad internacional continúe brindando su apoyo para superar estos desafíos y permitir que este país se reconstruya y avance hacia un futuro mejor.