Fatshimetrie, 23 de octubre de 2024 – La situación económica en la República Democrática del Congo (RDC) ha sido recientemente objeto de un análisis en profundidad centrado en la tasa de inflación, que se situó en el 0,11% durante la tercera semana de octubre. Esto representa un ligero descenso respecto a la semana anterior, cuando era del 0,13%. Estas cifras, comunicadas por el Banco Central del Congo (BCC), demuestran una tendencia hacia la estabilidad y ponen de relieve importantes novedades en el mercado de bienes y servicios del país.
La inflación, que se situó en el 10,26% interanual, muestra un claro descenso respecto al mismo periodo del año anterior cuando fue del 18,67%. Esta evolución se atribuye en particular al crecimiento del índice de la función de consumo, con especial atención en sectores clave como la vivienda, el agua, el gas, la electricidad y otros combustibles.
Curiosamente, la desaceleración de la inflación también se observa en la función de consumo de alimentos y bebidas no alcohólicas. Esta tendencia podría estar relacionada con la caída de los precios de los combustibles, que tiene un impacto en el poder adquisitivo de la población, especialmente de los más vulnerables.
Las cifras difundidas por el BCC destacan los importantes aportes de funciones de consumo como alimentos, vivienda, agua, electricidad y combustibles, que representan el 73,66% del índice de inflación general. Otros sectores como bienes y servicios diversos, transporte, restauración y hoteles, así como muebles y artículos para el hogar, aportan el 25,40%.
También es fundamental señalar que el ritmo de desinflación observado desde 2022 se ha desacelerado, en particular debido a los altos niveles de los precios de los servicios. Sin embargo, los precios de los bienes siguen cayendo, lo que podría afectar la postura monetaria de los bancos centrales en el futuro.
Al analizar la situación económica global, queda claro que las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, así como la guerra en Ucrania, son importantes factores de riesgo que podrían alterar las cadenas de suministro y aumentar las presiones inflacionarias a nivel internacional.
Ante estos desafíos, las autoridades congoleñas deberían considerar reformas destinadas a apoyar la productividad y el crecimiento en el mediano plazo, así como fortalecer el espacio fiscal para hacer frente a posibles shocks económicos futuros. Estas medidas son cruciales para hacer que el país sea más resiliente y esté más preparado para las fluctuaciones económicas globales.
En conclusión, la situación económica en la República Democrática del Congo muestra signos de estabilidad, con tendencias a la baja de la inflación, al tiempo que enfrenta desafíos internacionales que requieren una acción proactiva y concertada por parte de las autoridades para garantizar un desarrollo económico sostenible y resiliente.