Refinerías nigerianas: un fiasco de 1.500 millones de dólares

El artículo destaca los continuos desafíos que rodean la rehabilitación de refinerías de petróleo en Nigeria a pesar de importantes inversiones. El Dr. Opialu Fabian critica el compromiso del NNPC y sospecha que algunos retrasan el progreso para mantener el lucrativo comercio de importación. También se condena la importación de combustibles de mala calidad por sus efectos nocivos para la economía y la población. Fabián pide reformas profundas y una mayor transparencia para resolver estos problemas estructurales y permitir que Nigeria se beneficie plenamente de su industria petrolera.
A pesar de la asignación de 1.500 millones de dólares para la rehabilitación de la refinería de Port Harcourt en 2021, así como de 1.400 millones de dólares adicionales para las refinerías de Warri y Kaduna, estas instalaciones siguen inactivas, perpetuando la dependencia de Nigeria de los combustibles importados.

En una conferencia de prensa el viernes 25 de octubre, el Dr. Opialu Fabian, una figura destacada entre los grupos de defensa, expresó su preocupación por el compromiso de la NNPC (Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria) con la rehabilitación de las refinerías.

«Estos fracasos colocan al mayor productor de petróleo de África en una posición irónica, totalmente dependiente de productos petrolíferos importados», dijo Fabián, destacando las consecuencias para la economía de Nigeria, los precios del combustible y las reservas de divisas.

Fabián acusó a algunas entidades de NNPC de retrasar intencionalmente el progreso de la refinería para mantener el lucrativo negocio de importación de combustible.

También condenó la continua importación de combustibles adulterados, que según él había empeorado la inflación, debilitado la naira y sometido a los nigerianos a colas interminables en las estaciones de servicio.

«Ya no estamos dispuestos a permanecer impasibles mientras líderes irresponsables desperdician el potencial de la nación», dijo Fabián.

Exigió una revisión total de la gestión del NNPC y transparencia con respecto a los fondos asignados a las refinerías.

Este fracaso de las refinerías en Nigeria pone de relieve un profundo problema estructural que obstaculiza el desarrollo del país y su capacidad para aprovechar plenamente sus recursos naturales. La gestión ineficiente, los retrasos recurrentes y la falta de rendición de cuentas parecen ser los principales obstáculos a superar para que Nigeria realmente se beneficie de su industria petrolera. Parece necesario un cambio radical en la forma en que se llevan a cabo las operaciones y una transparencia total en la gestión de los recursos para romper este impasse y permitir que Nigeria se convierta en un actor importante en la escena petrolera mundial.

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