Continuando con los recientes acontecimientos en la región del lago Chad, el domingo por la tarde yihadistas de Boko Haram llevaron a cabo un nuevo gran ataque contra una base avanzada del ejército chadiano. Este mortal ataque, ocurrido en la isla de Barkaram, provocó la muerte de al menos 40 soldados chadianos, según información oficial de la presidencia chadiana.
Los numerosos atacantes lograron abrumar a la guarnición de la base de avanzada, llevándose consigo un gran cargamento de armas y municiones después de incendiar el campamento militar. Fue uno de los ataques más violentos llevados a cabo por Boko Haram en los últimos años, lo que marcó un cambio en sus tácticas dirigidas principalmente a civiles mediante saqueos y secuestros.
Ante esta tragedia, el presidente chadiano, Mahamat Idriss Déby Itno, visitó el lugar el día después del ataque, demostrando así su compromiso personal con la seguridad del país. Lanzó la Operación Haskanite para localizar a los atacantes y garantizar la protección de las poblaciones locales. Un gesto que recuerda al incidente de Bohoma, donde más de un centenar de personas murieron durante un ataque similar hace unos años.
Este nuevo ataque se produce poco después del final de la Operación “Lake Sanity” liderada por la Fuerza Conjunta Multinacional en la región. A pesar de los esfuerzos realizados, los yihadistas de Boko Haram todavía parecen activos y siguen sembrando el terror entre los habitantes de la zona pantanosa del lago Chad. Los agricultores y pescadores son los primeros objetivos de estos ataques, lo que hace temer una escalada de violencia.
Durante este trágico período, la presidencia chadiana declaró tres días de luto nacional, marcando así solidaridad y apoyo a las familias en duelo. Las banderas estarán a media asta y se suspenderán las actividades festivas en señal de respeto a las víctimas de este bárbaro ataque.
Ante esta nueva manifestación de la amenaza terrorista, resulta imprescindible que las autoridades nacionales e internacionales intensifiquen sus esfuerzos para luchar contra grupos extremistas como Boko Haram. La seguridad y la estabilidad de la región del Lago Chad dependen de la cooperación y la determinación de todos los actores involucrados en esta lucha contra el terrorismo.