“Las hortelanas de Mont-Ngafula: cuando la agricultura se convierte en un pilar de la autonomía femenina”
En el corazón de la comuna de Mont-Ngafula, en la República Democrática del Congo, un grupo de mujeres horticultoras destaca por su compromiso con la seguridad alimentaria y el empoderamiento económico. En este Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebra cada año, estas extraordinarias mujeres son honradas por su papel esencial en el desarrollo de su comunidad y su país.
Arlène Agneroh, responsable del Programa de Empoderamiento Económico de las Mujeres, subraya la importancia vital del trabajo de campo de las horticultoras. Su contribución al suministro de alimentos de la población no debe subestimarse sino, al contrario, valorarse en su justa medida. De hecho, la agricultura es la base sobre la que descansan la salud y la seguridad alimentaria de todos. Por eso es fundamental reconocer y celebrar el arduo trabajo de estas mujeres que cultivan la tierra con pasión y determinación.
Nelly Kitenge, ingeniera ambiental, destaca la necesidad de conciliar el desarrollo agrícola y el respeto por el medio ambiente. Destaca la importancia de una agricultura sostenible que respete las normas ambientales para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo. La formación de horticultores en prácticas agrícolas sostenibles es una cuestión crucial para garantizar un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente en Mont-Ngafula.
El presidente del consejo municipal, Kasongo Yoshua, se ha comprometido a apoyar a las mujeres horticultoras en su búsqueda de autonomía económica. Destaca su papel clave en el desarrollo económico del municipio y promete buscar socios nacionales e internacionales para fortalecer su acceso a los recursos y promover su emprendimiento.
Frente a los desafíos que enfrentan las horticultoras, como la falta de acceso a la tierra y a semillas mejoradas, una representante de las mujeres, la Sra. Makanda Thérèse, pide soluciones concretas por parte del gobierno y sus socios. Es fundamental mejorar las condiciones laborales de estas valientes mujeres que hacen una contribución esencial a la economía local.
Juntas, estas horticultoras de Mont-Ngafula encarnan la fuerza, la resiliencia y la determinación de las mujeres rurales de todo el mundo. Su arduo trabajo y voluntad de seguir adelante es un ejemplo inspirador para todos. Al apoyarlos en sus esfuerzos, fortalecer su capacidad y destacar su invaluable contribución, estamos ayudando a construir un futuro más justo y próspero para todos. Las madres de las zonas rurales son los pilares sobre los que descansa nuestra seguridad alimentaria y nuestro desarrollo sostenible. Su valentía y compromiso merecen ser reconocidos y apoyados plenamente.