La urgencia de gravar a las empresas de petróleo y gas responsables de las emisiones para luchar contra el cambio climático

La responsabilidad medioambiental de las empresas de petróleo y gas, destacada por una reciente encuesta de Greenpeace Internacional, arroja luz sobre la opinión pública sobre su contribución al cambio climático. Los resultados de la encuesta muestran que los contaminadores deberían asumir su parte de responsabilidad financiera. Se establece un vínculo entre sus ganancias y el aumento de los precios de la energía, lo que genera un impuesto justo a la extracción de combustibles fósiles. Los directivos de estas empresas son criticados por sus excesivas bonificaciones. También se destacan los riesgos para la salud y los esfuerzos de desinformación. Es urgente actuar para alentar a los contaminadores a asumir su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático.
El impacto de las emisiones de las empresas de petróleo y gas en el cambio climático es un tema candente que plantea cuestiones cruciales sobre la responsabilidad ambiental y social de estas empresas. Una encuesta reciente, realizada por la asociación internacional Greenpeace en el marco de su campaña Stop Drilling Start Paying, arrojó luz sobre la opinión pública sobre este delicado tema.

Los resultados de esta encuesta, realizada por la agencia Opinium Research entre 8.000 adultos en ocho países diferentes, demuestran elocuentemente que la mayoría de los encuestados considera que las empresas de petróleo y gas, que se benefician de las altas emisiones, deberían cargar con la mayor parte de la responsabilidad en financiar los efectos del cambio climático. Esta opinión, ampliamente compartida a través de fronteras y niveles de ingresos, destaca la urgencia de gravar a los principales contaminadores del planeta, como Exxon, Chevron, Shell, Total, Equinor y Eni.

También se destaca el vínculo entre las ganancias de la industria del petróleo y el gas y el aumento de los precios de la energía: el 60% de los encuestados identifica esta correlación. Para responder a este problema, Greenpeace Internacional propone en particular el establecimiento de un impuesto climático justo sobre la extracción de combustibles fósiles por parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Esta medida podría generar hasta 900 mil millones de dólares para 2030, lo que ayudaría a compensar los costos de las pérdidas y daños climáticos anuales.

La encuesta también destaca el enojo de los encuestados hacia los ejecutivos de las compañías de petróleo y gas, que se embolsan enormes bonificaciones mientras contribuyen a empeorar el cambio climático. Además, se amplifican las preocupaciones sobre los riesgos para la salud derivados de la contaminación de estas empresas y los nuevos yacimientos de petróleo y gas, al igual que la desinformación y los esfuerzos de lobby para retrasar la acción climática.

En un contexto en el que la crisis climática se perfila como un gran desafío para las generaciones presentes y futuras, es más crucial que nunca resaltar la responsabilidad de los principales emisores de gases de efecto invernadero. Gravar a las empresas responsables de altas emisiones parece ser una solución justa y pragmática, apoyada por una gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo. Es hora de actuar con determinación para alentar a los contaminadores a asumir su parte de responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, protegiendo al mismo tiempo nuestro planeta y a las generaciones futuras.

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