África, el continente de la diversidad, también enfrenta la implacable realidad de la enfermedad y el sufrimiento. En los últimos años, la epidemia de mpox ha afectado duramente a algunas regiones, incluidas la República Democrática del Congo, Ruanda y otros países vecinos. Ante esta crisis de salud pública, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Africana han creado un mecanismo de acceso y asignación de vacunas para combatir la propagación de la enfermedad.
Entre los países que se benefician de esta asignación de vacunas se encuentran la República Centroafricana, Costa de Marfil, Kenia, Liberia, Nigeria, Ruanda, Sudáfrica y Uganda. La República Democrática del Congo, que ha notificado cuatro de cada cinco casos en el continente este año, recibirá el 85% de las cerca de 900.000 dosis asignadas. Esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer el acceso a vacunas, tratamientos y pruebas de diagnóstico para combatir la epidemia de viruela en África.
A pesar de los desafíos, algunos países ya han comenzado a vacunar a sus poblaciones. La República Democrática del Congo y Ruanda han tomado medidas preventivas para frenar la propagación de la enfermedad. No obstante, las repercusiones de la epidemia se están sintiendo en toda África: 19 países notificaron casos de mpox sólo este año.
El epicentro de la epidemia sigue estando en la República Democrática del Congo, donde este año se han notificado más de 38.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes. Para combatir esta crisis de salud pública, los países desarrollados han prometido más de 3,6 millones de dosis de vacunas para apoyar la respuesta a la mox.
La colaboración internacional es esencial para abordar estas crisis sanitarias y proteger la salud de las poblaciones más vulnerables. Al invertir en investigación, desarrollo y distribución de vacunas, podemos ayudar a salvar vidas y prevenir la propagación de enfermedades devastadoras. Juntos podemos afrontar este desafío y construir un futuro más saludable y resiliente para todos.