La isla de Mauricio, en el Océano Índico, se prepara con gran tensión para las elecciones nacionales del domingo, mientras el primer ministro Pravind Jugnauth lucha por un segundo mandato al frente de un país a menudo aclamado como una de las historias de éxito de África.
Mauricio, situada aproximadamente a 2.000 kilómetros al este de la costa africana, es reconocida como una de las democracias más estables del continente y ha desarrollado una economía próspera sustentada por sus sectores financiero, turístico y agrícola desde su independencia de Gran Bretaña en 1968.
Jugnauth, de 62 años, es primer ministro desde 2017, sucediendo a su padre. Una alianza de partidos liderada por el Movimiento Socialista Militante de centro izquierda obtuvo la mayoría de los escaños en el parlamento para consolidar su liderazgo en 2019. El MSM ha liderado el gobierno desde 2009. Su Alianza Popular de cinco partidos enfrentará un desafío, la Alianza para. Cambio liderado por el líder de la oposición Navin Ramgoolam en las elecciones de este fin de semana.
Los mauricianos votarán por 62 escaños en el Parlamento, y el partido o alianza mayoritaria formará el gobierno y elegirá al primer ministro. Otros ocho diputados son nombrados por el Consejo de Supervisión Electoral. El Banco Mundial ha calificado a Mauricio, antigua colonia de plantaciones de azúcar, como «un modelo de éxito para el África subsahariana» y ha destacado su notable crecimiento económico desde la independencia.
Mauricio fue clasificado brevemente como país de altos ingresos en 2020 antes de que la pandemia de COVID-19 causara un revés. El país todavía tiene uno de los niveles de vida más altos de África. La isla, famosa por sus idílicas playas tropicales, tiene poco más de un millón de habitantes y ocupa el segundo lugar en África, detrás de Seychelles, en el Índice de Desarrollo Humano.
Con una fuerte influencia india, con más del 60% de Mauricio de origen indio, la población habla criollo mauriciano, un idioma de base francesa con inglés y otras influencias. Jugnauth se fortaleció recientemente cuando el gobierno británico acordó devolver la soberanía de las Islas Chagos a Mauricio después de una larga disputa.
Sin embargo, una prohibición a nivel nacional de las redes sociales hace una semana en respuesta a un escándalo de escuchas telefónicas generó críticas al gobierno de Jugnauth y provocó malestar político antes de las elecciones. Nicole Beardsworth, investigadora política de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, notó el descontento entre algunos mauricianos tras las acusaciones de irregularidades en las elecciones de 2019.
El escándalo de las escuchas telefónicas reveló un sistema de vigilancia generalizado en Mauricio, según Reporteros sin Fronteras. La organización pidió una investigación sobre los cinco conocidos periodistas mauricianos que supuestamente fueron espiados. La transparencia y la libertad de información son de vital importancia para una democracia saludable y es crucial que estas cuestiones se aborden adecuadamente para garantizar la confianza pública.
En conclusión, las próximas elecciones en Mauricio representan un hito crucial para la nación insular. Los votantes tendrán que sopesar los logros económicos y las preocupaciones sobre la transparencia y la gobernanza para tomar su decisión. El resultado influirá en el futuro del país y en su reputación como modelo de éxito en África.