En un contexto global marcado por la emergencia climática, la COP 29 que se inauguró en Bakú, Azerbaiyán, llamó la atención de los observadores sobre las cuestiones cruciales de las negociaciones actuales. El clima político que rodea esta conferencia es tenso, lo que refleja las disensiones entre las diferentes naciones participantes.
La ausencia de líderes destacados como Xi Jinping, Lula, Narendra Modi, Olaf Scholz y Emmanuel Macron arroja dudas sobre el compromiso de las principales potencias del mundo en la lucha contra el cambio climático. El contexto geopolítico, marcado por intereses vinculados a los combustibles fósiles, complica aún más las discusiones sobre los objetivos a alcanzar durante esta COP 29.
Francia, sumida en una crisis abierta con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, desde el conflicto de Nagorno-Karabaj, se enfrenta a tensiones diplomáticas que podrían comprometer su participación activa en esta conferencia crucial. Los desacuerdos políticos entre las naciones presentes sugieren acalorados debates y dificultades para encontrar un consenso sobre medidas concretas a implementar.
La elección de Donald Trump, con su discurso cuestionando las políticas climáticas estadounidenses, también pesa sobre el avance de las negociaciones. La delegación estadounidense, bajo el mandato de Joe Biden, se encuentra en una situación delicada ante las cambiantes exigencias de la primera potencia mundial en materia de medio ambiente.
En este clima de incertidumbre y tensiones, el dibujo de Arend Van Dam, que representa el probable fracaso de la COP 29 abandonada por muchos países, plantea interrogantes sobre la capacidad de las naciones para actuar colectivamente frente a la emergencia climática. El artista holandés destaca los principales problemas que surgen durante esta conferencia y llama a la necesidad de una acción concertada y decidida para afrontar los desafíos medioambientales a los que se enfrenta la humanidad.
En resumen, la COP 29 en Bakú representa un momento crucial para el futuro de nuestro planeta. Las cuestiones políticas, económicas y diplomáticas que rodean esta conferencia subrayan la necesidad de una movilización global y una cooperación internacional fortalecida para enfrentar los desafíos del cambio climático. Es hora de actuar juntos para construir un futuro sostenible y resiliente para las generaciones futuras.