Este domingo 17 de noviembre fue un día de orgullo y entusiasmo en Kipushi, un pequeño pueblo del Alto Katanga en la República Democrática del Congo. De hecho, el presidente Félix Tshisekedi quiso dejar su huella en este acontecimiento histórico inaugurando la planta de producción de zinc “KICO”. Fruto de una notable colaboración entre la empresa minera Gécamines e Ivanhoe Mines, esta fábrica representa un punto de inflexión crucial en la industria minera congoleña.
La inauguración de esta planta de producción de zinc tiene un significado mucho más profundo que la simple reanudación de las actividades mineras en Kipushi. Simboliza la determinación de la República Democrática del Congo de aprovechar sus preciosos recursos naturales para impulsar un desarrollo económico y social sostenible. El Ministro de Minas, Kizito Pakabomba, destacó la importancia estratégica de la mina Kipushi como palanca para aumentar los ingresos de exportación del país y fortalecer su posición en el escenario mundial de los minerales.
La singularidad de la mina Kipushi reside en su contenido de zinc excepcionalmente alto, muy por encima de la media mundial. Con porcentajes de zinc superiores al 30%, Kipushi es sin duda un depósito de zinc de clase mundial. Además, la presencia de metales polimetálicos como cobre, germanio y plata suma a su valor estratégico, potenciando su importancia en el mercado internacional.
El proyecto KICO marca un nuevo e interesante capítulo en la industria minera congoleña. Al revisar la asociación inicial entre Gécamines e Ivanhoe Mines, la República Democrática del Congo garantiza progresivamente una mayor participación de la empresa local, colocándola en una posición de líder y propietaria de este precioso recurso. Esta asociación renovada es también una promesa de importantes beneficios locales, a través de la creación de empleo, el desarrollo de infraestructura comunitaria y la promoción de programas de formación profesional para jóvenes congoleños.
Si bien la producción actual está orientada a la exportación de concentrados, proyectos ambiciosos apuntan a desarrollar capacidades de procesamiento locales, particularmente en la producción de ácido sulfúrico y fertilizantes. Este enfoque tiene como objetivo estimular la economía local, maximizando al mismo tiempo el valor añadido de estos preciosos recursos naturales. La reactivación de la mina Kiko en Kipushi es mucho más que una victoria para el sector minero, es una victoria para toda la República Democrática del Congo.
Explotado por primera vez en 1924, el yacimiento de Kipushi se vio obligado a cesar sus actividades en los años 1990, debido a la crisis económica que afectó entonces al país. Su revitalización, descrita como una “joya única”, ilustra elocuentemente la resiliencia de la República Democrática del Congo y la mejora significativa del clima empresarial en el sector minero.. Esta inauguración de la planta de producción de zinc “KICO” en Kipushi es un paso crucial en la búsqueda del desarrollo económico sostenible de la nación congoleña.