El primer ministro maliense, Choguel Kokalla Maïga, vestido con traje militar durante un acto en Kidal, provocó fuertes reacciones en el seno de la facción del ejército maliense denominada Colectivo de Defensa Militar (CDM). Esta facción, vinculada a la junta dirigida por el coronel Assimi Goita, acusó a Maïga de «traición» y «denuncia» tras sus críticas a los generales en el poder.
La tensión aumenta cuando el MDL exige la dimisión de Maïga en un plazo de 72 horas, calificando sus acciones de «alta traición». Esta petición es tanto más significativa cuanto que los llamamientos anteriores del MDL han sido a menudo seguidos por la junta.
Nombrado por el ejército en 2021 tras el segundo golpe de estado de Malí en un año, el primer ministro Choguel Kokalla Maïga criticó públicamente a la junta el 16 de noviembre durante un acto que marcó la reconquista de Kidal en noviembre de 2023. Vestido con traje militar a pesar de su condición de civil, Maïga expresó su frustración. por su exclusión de decisiones clave, particularmente en lo que respecta al calendario de la transición política del país.
Al tiempo que saludó a las Fuerzas Armadas de Malí (FAMa) por sus esfuerzos y celebró la “liberación de Kidal”, Maïga criticó la gestión de la junta. Subrayó «la urgencia de una claridad política en Malí y de una reorientación de la transición», advirtiendo de «un inminente espectro de confusión y de escasa representación» en este momento crítico. Maïga también condenó la decisión unilateral de la junta de posponer el final de la transición, inicialmente prevista para el 26 de marzo de 2024, sin consultar previamente al gobierno.
Maïga parece cada vez más aislada, con una influencia limitada sobre el ejército. Las especulaciones sobre su destitución persisten desde hace meses, especialmente desde que apoyó un texto crítico con la junta en junio. Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro político de Malí y el equilibrio de poder entre las instituciones civiles y militares.
La crisis política en Mali plantea preocupaciones sobre la estabilidad y la democracia del país. El enfrentamiento entre el Primer Ministro Maïga y la junta podría tener importantes repercusiones en el futuro político de Malí y sus relaciones internacionales. Es crucial seguir de cerca la situación para anticipar los acontecimientos futuros y sus implicaciones.