Egipto acogió calurosamente el reciente acuerdo de alto el fuego en el Líbano, de conformidad con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este alto el fuego, que entró en vigor el miércoles por la mañana, marca el inicio de una fase de distensión en la región, destinada a permitir al Líbano desplegar su ejército en el sur del país y mantener el control de todo su territorio.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Emigración y Egipcios Expatriados subrayó la importancia crucial de respetar la soberanía del Líbano, evitando cualquier injerencia en sus asuntos internos. También destacó la necesidad de apoyar a las instituciones estatales libanesas, incluidas las elecciones presidenciales libanesas, sin ninguna interferencia externa.
El acuerdo debería allanar el camino para poner fin a la agresión de un año de Israel en la Franja de Gaza, dijo el ministerio, destacando la necesidad de alcanzar un alto el fuego inmediato en Gaza y permitir la entrega de ayuda humanitaria sostenible a los palestinos, dadas las catastróficas condiciones humanitarias en la Franja de Gaza y las violaciones injustificadas en Cisjordania.
Egipto también subrayó la importancia crucial de evitar cualquier escalada en la región, subrayando que no hay solución militar a las crisis regionales, excepto a través de la participación en negociaciones y diálogos, la restitución de los derechos a sus titulares, así como el respeto de los principios de las normas internacionales. derecho, el derecho internacional humanitario, la legitimidad internacional y la Carta de las Naciones Unidas y sus resoluciones.
Además, la declaración destacó la importancia de resolver las crisis a través de un proceso político serio y de acuerdo con un calendario preciso que conduzca al establecimiento del Estado de Palestina en todo el territorio palestino y al fin de la ocupación.
Frente a estas cuestiones cruciales, es imperativo promover el diálogo y las consultas para garantizar una paz duradera en la región. Las negociaciones y la diplomacia siguen siendo los medios preferidos para resolver los conflictos actuales y restaurar la estabilidad en la región. Sólo un enfoque basado en el respeto mutuo, la justicia y el respeto del derecho internacional permitirá lograr soluciones duraderas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los pueblos de la región.
En conclusión, la comunidad internacional debe seguir trabajando junta para apoyar las iniciativas de paz y contribuir a construir un futuro más estable y próspero para todos los pueblos del Medio Oriente.