Un encuentro en suelo francés nos permitió descubrir al pastor maliense Yaya Touré, que cuida las ovejas y las cabras del parque de Chanteraines en Villeneuve-la-Garenne. Su historia, que une Mali y Francia, revela la belleza y la sencillez de una profesión ancestral. Ubicada en Seine-Saint-Denis, cerca de la tumultuosa ciudad de París, esta isla verde ofrece un bienvenido descanso a los residentes de los bloques de apartamentos circundantes.
Yaya Touré encarna esta figura pacífica e indispensable del pastor, responsable de proteger y guiar a sus rebaños a través de las vastas extensiones del parque. Su atípico viaje pone de relieve el contraste entre la modernidad urbana y la tradición pastoral, ofreciendo un testimonio vivo de la riqueza cultural que se mezcla en nuestras sociedades contemporáneas.
Más allá de su papel de pastor, Yaya Touré también encarna un vínculo precioso con la naturaleza, recordando la importancia de preservar nuestro medio ambiente y mantener los espacios verdes en el corazón de las ciudades. Su discreta presencia en el paisaje urbano nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y la necesidad de proteger los frágiles ecosistemas que nos rodean.
A través de su compromiso diario y su pasión por su profesión, Yaya Touré encarna la sencillez y la autenticidad de una vida en armonía con la naturaleza. Su historia revela la belleza y la poesía de una profesión que con demasiada frecuencia se pasa por alto, pero que es esencial para el equilibrio de nuestras sociedades. Eliminando prejuicios y ofreciendo una nueva mirada a la vida cotidiana de este pastor maliense, redescubrimos toda la riqueza y profundidad de una profesión ancestral que ha sobrevivido a los siglos, para recordarnos la belleza y la sencillez de la vida pastoral.