El día del jueves 28 de noviembre de 2024 quedará grabado en la memoria de Kinshasa, como habló el Jefe de Estado, Félix Tshisekedi, en la inauguración de la Conferencia de Gobernadores Provinciales en Kalemie. El evento estuvo marcado por un discurso fuerte y comprometido, que destacó las cuestiones cruciales que enfrentan las instituciones provinciales de la República Democrática del Congo.
Desde las primeras palabras del Presidente destacó la inestabilidad que reina al interior de los gobiernos provinciales, constatación abrumadora de los incesantes conflictos entre dirigentes políticos locales. Estas disputas internas, motivadas por intereses personales y ventajas egoístas, obstaculizan considerablemente el desarrollo armonioso de los territorios. Félix Tshisekedi no se anduvo con rodeos al señalar la inseguridad endémica, las crisis humanitarias y la gestión opaca de los presupuestos de inversión, todos ellos obstáculos al crecimiento económico en las provincias congoleñas.
El Jefe de Estado también se dirigió directamente a los gobernadores presentes, instándolos a un cambio radical en su enfoque de la gestión pública. Destacó la importancia crucial del pensamiento colectivo para superar los obstáculos y garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible en todo el país. Félix Tshisekedi pidió así una solidaridad inquebrantable entre los nuevos y antiguos gobernadores, invitándolos a demostrar eficiencia y transparencia en la ejecución de los proyectos de desarrollo.
En un gesto de conciliación, los jefes de los ejecutivos provinciales formularon un memorando presentando sus quejas al Presidente. En particular, exigieron una asignación suficiente de créditos a la inversión, el pago regular de las retrocesiones y los costes operativos, así como la creación efectiva de un fondo nacional de compensación. En respuesta, Félix Tshisekedi se comprometió a dar instrucciones para responder adecuadamente a las solicitudes de los gobernadores, particularmente en relación con el cambio constitucional.
Más allá de los discursos y las reivindicaciones, esta jornada en Kalemie estuvo marcada por momentos simbólicos y acciones concretas. El presidente tenía previsto inaugurar el nuevo edificio del Banco Central del Congo, símbolo de la modernización de la infraestructura financiera del país. Además, la visita al Palacio de Justicia de Kalemie, resultado de la asociación con Suecia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ilustra la importancia de las colaboraciones internacionales para fortalecer el Estado de derecho en la República Democrática del Congo.
En un contexto donde los desafíos políticos, económicos y de seguridad siguen siendo importantes, las palabras del Jefe de Estado resuenan como un llamado a la unidad y la acción.. Las expectativas son altas y los ciudadanos congoleños esperan que esta dinámica iniciada en Kalemie permita un cambio real, promoviendo el desarrollo inclusivo y la consolidación de la democracia en la República Democrática del Congo.