Concierto sacro en la Catedral de Santa Bárbara y San Eloi: una celebración musical cautivadora


Las cautivadoras melodías resonaron en la majestuosa Catedral de Santa Bárbara y San Eloi de Kolwezi, transportando a los fieles a una atmósfera espiritual marcada por la gratitud y la alegría. El Coro Católico “Cantantes con la Cruz de Cobre” de la diócesis de Kolwezi ofreció un concierto excepcional, celebrando la vida, la fe y las bendiciones recibidas.

Bajo la dirección de Teddy Dizamba, moderador inspirado y miembro comprometido del coro, la velada prometía ser un verdadero homenaje a la divinidad. Las voces armoniosas se alzaron llevando al cielo las oraciones y alabanzas de los fieles. “Estamos reunidos esta tarde por unas horas para dar gracias a Dios. El coro quiere dar gracias a Dios por todos los beneficios que reciben sus integrantes…”, expresó con emoción, enfatizando la importancia de la gratitud en la vida de todos.

El padre Benjamín Yav, párroco de la Catedral, elogió la notable actuación del coro, destacando el profundo impacto que tuvo en la asamblea. Los cantos resonaron en los corazones de los cientos de fieles presentes, que vinieron de todos los sectores sociales para compartir este momento de comunión musical y espiritual.

Bajo el evocador tema «Cantaremos para ti Señor», se elevaron cantos sagrados y alabanzas que resonaron en las bóvedas de la Catedral. Glorificamus Te, canta Aleluya, aplaude, Grande es el Señor, tantas melodías que resonaron como tantas ofrendas musicales a la divinidad.

Más allá de la actuación artística, fue un verdadero mensaje de esperanza, amor y fe el que transmitió el coro. En estos tiempos inciertos, cuando los corazones pueden estar atormentados, la música sagrada llega para calmar las almas y recordarnos el poder de la oración y la gratitud.

Este concierto de acción de gracias será recordado como un momento de comunión, intercambio y celebración. La música, lenguaje universal del alma, había vuelto a unir a los fieles en torno a una misma emoción: el agradecimiento a la divinidad por las gracias recibidas.

En la Catedral iluminada por la luz de las velas, las voces se mezclaron en una sinfonía celestial, invitando a la asamblea a reflexionar, meditar y celebrar la grandeza de Dios. Que este concierto quede como una piedra preciosa en la construcción de la fe de todos, recordándonos que la música es el puente que conecta los corazones con el infinito divino.

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