Las recientes protestas en Abuja, orquestadas por el abogado y activista Deji Adeyanju, han puesto de relieve las tácticas de mano dura del grupo de trabajo de Wike, denominada «Operación Barrido», que dejó a decenas de residentes sin hogar.
Según Adeyanju, las demoliciones provocaron la destrucción de viviendas y propiedades por valor de millones de naira, sin ninguna justificación válida. Hizo un llamamiento al presidente Bola Tinubu para que tenga en cuenta la desesperada situación de los residentes desplazados que luchan por sobrevivir.
Muchos residentes afectados ya se habían visto obligados a abandonar sus hogares en los estados del norte de Nigeria, como Borno, Adamawa y Yobe, debido a la inseguridad, lo que los dejó en una situación precaria.
Estos actos de demolición, considerados excesivos por Adeyanju, requieren una acción inmediata por parte del presidente para evitar cualquier forma de acoso contra la población. Subraya que la paz sólo se puede lograr si a los pobres se les permite vivir en paz, porque cuando los más pobres no pueden encontrar descanso, esto afecta a la sociedad en su conjunto.
Vincent Martins Otse, también conocido con el seudónimo de VeryDarkMark, se unió a las protestas para criticar al gobierno por su indiferencia hacia los pobres. Destaca las desastrosas consecuencias de estas demoliciones para Abuja, que dejaron a personas sin hogar en medio de las actuales dificultades económicas. Los desalojos se llevan a cabo sin ningún tipo de compensación, lo que demuestra la actitud de las élites que parecen excluir de la sociedad a los más vulnerables.
Estos hechos revelan la necesidad de un enfoque más humano y equitativo por parte de las autoridades hacia los ciudadanos más vulnerables. Es imperativo que se respeten los derechos de los más desfavorecidos y que se establezcan soluciones duraderas para evitar crisis humanitarias de este tipo en el futuro.