Disturbios y hacinamiento carcelario: la crisis persistente en la Prisión Central de Makala


**Levantamiento e inseguridad persistente en la prisión central de Makala en la República Democrática del Congo**

La prisión central de Makala, la más grande del país en la República Democrática del Congo, sigue en crisis dos meses después de un sangriento intento de fuga que sacudió al país y al mundo. Las condiciones de detención siguen siendo precarias, el hacinamiento en las cárceles ha alcanzado niveles alarmantes y la inseguridad reina.

La Fundación para la Paz Bill Clinton elogió los esfuerzos del Ministro de Justicia, Constant Mutamba, al tiempo que destacó que aún queda mucho por hacer. La prisión, diseñada para albergar a 1.500 reclusos, cuenta hoy con más de 9.000 presos, incluidos 2.200 militares. Esta extrema superpoblación plantea un grave problema de seguridad y de respeto de los derechos fundamentales de los reclusos.

Entre los detenidos se encuentran muchos acusados ​​en espera de juicio, así como presos condenados. Las reclusas son particularmente vulnerables, como lo demuestra la reciente violencia sufrida durante los disturbios de septiembre. La Fundación Bill Clinton pide la liberación de las mujeres embarazadas, víctimas de violaciones en grupo, por obvias razones humanitarias.

A pesar de los esfuerzos de libertad condicional para aliviar la congestión carcelaria, los menores siguen detenidos en condiciones indignas. La incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de los detenidos constituye un verdadero escándalo humanitario. Las recientes muertes durante la detención subrayan la urgente necesidad de actuar para mejorar las condiciones de vida de los presos.

Es esencial que las autoridades congoleñas adopten medidas concretas para remediar la precaria situación en la prisión central de Makala. La protección de los derechos humanos, el respeto de la dignidad de los presos y la lucha contra el hacinamiento carcelario deben convertirse en prioridades absolutas. Está en juego la credibilidad del sistema penitenciario y de la justicia en la República Democrática del Congo.

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