En este período tormentoso en la pequeña barrera entre Goma y Gisenyi, las noticias candentes siguen denunciando la tensión persistente que reina entre los pequeños comerciantes congoleños y las autoridades locales. La prohibición impuesta por el alcalde de Rubavu (Gisenyi) a los camiones que transportan las mercancías de los comerciantes congoleños a través de la pequeña barrera Birere ha socavado el comercio entre las dos ciudades vecinas.
Más de 10.000 pequeños comerciantes agrupados en 47 asociaciones se encuentran en una situación delicada, ya que sus mercancías están bloqueadas en Ruanda. La decisión de favorecer el paso de las motocicletas-triciclos de los comerciantes ruandeses para cruzar la frontera en detrimento de los congoleños ha provocado un descontento generalizado entre las comerciantes congoleñas.
Este impasse, que dura cuatro días, ha sumido a la pequeña barrera en un clima de tensión palpable. Las actividades comerciales, habitualmente intensas, están ahora paralizadas. Grandes camiones cargados con productos alimenticios esenciales procedentes de varios países vecinos permanecieron bloqueados, lo que acentuó aún más la crisis.
La plataforma de asociaciones de pequeños comerciantes transfronterizos reaccionó enérgicamente ante esta medida considerada discriminatoria. Al favorecer a los comerciantes locales en detrimento de los extranjeros, la decisión del alcalde de Rubavu va en contra de los principios del comercio transfronterizo justo, subrayan las comerciantes congoleñas afectadas por esta situación.
Las pérdidas financieras se acumulan para estos comerciantes, que estiman que han sufrido pérdidas de alrededor de 20.000 dólares en sólo cuatro días. Ante esta crisis económica sin precedentes, piden a las autoridades de las dos ciudades de Goma y Gisenyi que intervengan para encontrar una solución rápida y justa a este conflicto comercial.
La urgencia de la situación exige una resolución rápida y concertada para evitar una escalada de tensión y consecuencias económicas desastrosas para los comerciantes de ambos lados de la frontera. Al restaurar un clima de confianza y promover el comercio justo y equilibrado, las autoridades pueden ayudar a aliviar las tensiones y restablecer los flujos comerciales transfronterizos esenciales para la prosperidad de la región.